Patrimonio

Hispania Nostra incluye la Torre de Gibalbín en la lista roja del patrimonio nacional

El Ateneo de El Cuervo, que denunció en primavera la situación límite de este BIC, celebra su inclusión en la influyente lista y espera que la Junta de Andalucía actúe en consecuencia

Álvaro Romero @aromerobernal1 /
17 dic 2019 / 08:53 h - Actualizado: 17 dic 2019 / 08:56 h.
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  • Hispania Nostra incluye la Torre de Gibalbín en la lista roja del patrimonio nacional

El Ateneo Arbonaida de El Cuervo de Sevilla celebró ayer con mucha satisfacción que la asociación Hispania Nostra incluyera por fin la Torre de Gibalbín en su célebre Lista Roja del Patrimonio Nacional, lo cual es un signo inequívoco de la situación límite en que se encuentra este Bien de Interés Cultural acosado por la desidia de los años y las administraciones y las raíces de un acebuche que abren en dos los últimos restos del lienzo sur, es decir, lo que queda. “Ojalá el siguiente paso lo dé la administración, que hasta el momento actúa con total ausencia de transparencia y celeridad”, han vuelto a denunciar desde El Ateneo de El Cuervo, que fue la institución sin ánimo de lucro que el pasado mes de abril dio la voz de alarma.

“La Torre de Gibalbín se encuentra en una finca de propiedad privada cercana a la sierra de Gibalbín, en el término municipal de Jerez de la Frontera, provincia de Cádiz”, señalan en Hispania Nostra, que describen en estos términos: “Torre de planta cuadrada posiblemente de varios niveles construida con sillarejos y sillares, algunos procedentes del yacimiento romano cercano”.

En rigor, en la zona colindan hasta tres fincas distintas: el cortijo de la sierra de la Sierra, el cortijo La Blanquita y el cortijo La Mazmorra. De hecho, bajo este último se supone que se encuentra una ciudad romana. “Aunque la investigación puede esperar, la conservación es urgentísima”, denuncian en el Ateneo de El Cuervo, desde cuyo proyecto histórico arqueológico llegaron a ponerse en contacto con el Museo Arqueológico de Jerez de la Frontera. Allí les conminaron a poner los hechos en conocimiento de la Delegación territorial de Cultura de Cádiz, y así lo hicieron el pasado mes de abril, aunque “allí nos indicaron su desconocimiento del tema”, dicen en el Ateneo, y añaden: “Aunque es verdad que enviaron un equipo técnico para estimar las medidas oportunas y urgentes en materia de conservación”.

Por ley debería ser visitable en horarios acordados con los propietarios, pero la realidad es que la torre es inaccesible y solo puedes entrar sorteando a los guardas de los cortijos”, denunciaron a este periódico la pasad primavera varios miembros del Ateneo de El Cuervo.

Sobre restos romanos

Esta torre se levantó -como mínimo- en pleno siglo XV aprovechando, en efecto, unos restos romanos, aunque existen en el lugar indicios de población prehistórica, tartésica e ibero-turdetana. En realidad, se sabe poco de estos antecedentes arqueológicos porque se ha investigado poco, a pesar de que la Torre superviviente fue declarada Bien de Interés Cultural (BIC) en 1985. De hecho, según recoge desde ayer Hispania Nostra en su web, hay quienes datan su origen a finales del siglo XIII, concretamente en la década que va de 1274 a 1284, dado el valor estratégico que la Sierra de Gibalbín jugó dentro del sistema defensivo de la zona, por lo que consideran el antiguo castillo de factura almohade.

Los restos del castillo actual, o de lo que queda de él, o de la torre, o de lo que queda de ella, es de estilo almohade, pero la desidia social y administrativa parece condenarlos a la desaparición, como le ocurrió a comienzos de este año a la Torre de Melgarejo, a las afueras de Jerez.

Aviso de navegantes

“Cuando la última piedra caiga nos arrepentiremos y recordaremos todo lo que podíamos haber hecho y no hicimos. Por suerte, estamos en ese momento en el que todavía podemos hacer mucho, pero ¿estamos dispuestos a hacerlo?”, se preguntan los miembros del Ateneo Arbonaida, que lleva años denunciando infructuosamente la situación a través de conferencias y reuniones.

“Otro tanto se podría decir de los imponentes restos de la ciudad romana sumergidos entre la vegetación y que todavía no han recibido ningún trabajo de investigación público. ¿Cuánto habrá que esperar para poder acceder a nuestro patrimonio y sacar a la luz el potencial de una sierra dormida durante siglos?”, se preguntan preocupados en el Ateneo de El Cuervo, un pueblo -el último de Sevilla hacia el sur- históricamente muy vinculado a la Torre y a la Sierra de Gibalbín. “El patrimonio es de todos y, por lo tanto, su conservación es responsabilidad pública, y somos todos también quienes debemos denunciar si los dueños no afrontan sus responsabilidades, bien por falta de voluntad o bien por falta de conocimiento”, añaden.

Ruina desde hace un siglo

Hispania Nostra señala que “a partir de las fotos antiguas encontradas se puede constatar un estado de ruina desde principios del siglo XX, en donde más de un 50% de la torre se encontraba derrumbada”. “El tapial circundante ha estado sufriendo las inclemencias del tiempo, de la fauna y de la flora, teniendo en muchos sitios grandes deformaciones o quedando incluso oculto por la espesa vegetación”, continúan, y añaden: “Recientemente la vegetación ha coronado la torre y las raíces del acebuche principal han comenzado a agrietar más intensamente la construcción, provocando que se haya desplomado parte de uno de los lienzos”. Entre las razones para su inclusión en su Lista Roja, son categóricos: “Reciente derrumbe que ha acelerado el grado de ruina”.