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Huelga de hambre ante el Ayuntamiento de Bormujos para pedir un trabajo

Francisco Javier y su hija Violeta llevan casi un año en la calle, y piden ayuda para poder tener una casa digna

04 mar 2021 / 15:19 h - Actualizado: 04 mar 2021 / 15:20 h.
  • Huelga de hambre ante el Ayuntamiento de Bormujos para pedir un trabajo

Un hombre de 41 años, Francisco Javier Moreno, y su hija Violeta, de 20, han iniciado hoy una huelga de hambre ante el Ayuntamiento de Bormujos, al que piden ayuda para dejar de dormir en la calle, una situación en la que, dicen, se encuentran desde hace más de un año. Es cierto que piden ayuda al Ayuntamiento como administración más cercana, pero su petición va a cualquier persona que les puedan ayudar a tener una vida digna.

Según han explicado, ambos se encuentran en una situación inestable desde que él salió de prisión por delitos menores y la hija salió del centro de protección de menores en el que ha vivido hasta los 18 años, sin que, desde entonces hayan tenido un sitio fijo en el que vivir.

Tras no poder vivir con familiares, los dos duermen en lugares como bajo el puente de Triana en Sevilla, y se alimentan en los comedores sociales de la ciudad, “aunque he trabajado tres meses mediante la ayuda que me dio el Ayuntamiento, pero se me ha acabado y ahora no tengo ingresos”, explica el padre.

Experiencia laboral

“Queremos trabajar, no caridad”, ha apostillado, señalando que ha trabajado “de jardinero, peón, cocinero, en todo lo que he podido, y mi hija es cocinera y peluquera”, un caso que han llevado hasta el Defensor del Pueblo andaluz para pedirle amparo.

El Ayuntamiento, por su parte, señala que se les ha ofrecido a ambos una “alternativa” para vivir, pero que implica estar separados, a lo que no han accedido “porque llevamos así muchos años, y ahora que estamos juntos no nos queremos separar”.

La portavoz de Vox en el municipio, Carmen Cariciolo, llevó este asunto a Pleno en la jornada de ayer, y está organizando, junto a varios vecinos, ayuda inmediata, con la premisa de que “somos conscientes de que no se trata de darles comida, sino de conseguir que vivan dignamente”.