Humillan a una empleada al ‘regalarle’ una patata por su jornada laboral

CCOO y UGT denuncian la presión que sufren los trabajadores del centro de telemarketing de Konecta en Bollullos de la Mitación

22 ago 2018 / 21:33 h - Actualizado: 22 ago 2018 / 22:05 h.
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  • Manifestación sindical frente a la sede de Konecta. / El Correo
    Manifestación sindical frente a la sede de Konecta. / El Correo

Una patata fue el premio que recibió una empleada del call center de Konecta en Bollullos de la Mitación tras finalizar su jornada laboral hace unos días. La escena ha sido denunciada por los sindicatos CCOO y UGT como una muestra de la presión que sufren los teleoperadores de centros como el citado, que gestiona la atención al cliente de Vodafone.

El pasado lunes, al término de la jornada laboral de esta empleada, dos coordinadores de la plataforma la requirieron con la intención de premiarla. Pero para sorpresa del resto de compañeros de turno –que vienen a rondar el millar de personas– el presente era una patata porque, al parecer para la empresa, la jornada de la trabajadora no fue lo suficientemente productiva, según denuncia la Federación de Servicios, Movilidad y Consumo de UGT Sevilla. La empleada, que prefiere no exponerse a los medios porque lleva poco tiempo en la empresa y es una persona «muy discreta» –según la delegada sindical de CCOO en Konecta, Claudia Caus–, en un principio se extrañó porque nunca le habían premiado por los objetivos, pero cuando vio el obsequio preguntó el porqué y sus superiores le indicaron que la patata era «por sus malos datos», detalla la delegada sindical de UGT en el centro, Marta Carrillo.

No era la primera vez que los coordinadores señalaban la calidad del trabajo de los empleados, pero en esta ocasión la «falta de respeto, el abuso de autoridad y la humillación» han provocado que los sindicatos alerten de la situación de estrés que viven estos trabajadores, explica Caus. Otras veces, exponían en «una escalera, a modo de ranking, el cumplimiento de los objetivos».

Esta ha sido la «gota que ha colmado el vaso» de la «obsesión» de la empresa por la consecución de objetivos «Antes se hacía un reporte semanal o mensual, pero ahora es diario», relata la delegada sindical de CCOO. La «presión» es tal que incluso aquellos que no cumplen con sus objetivos de tiempo y llamadas son supervisados por «sombras», personas que se sitúan al lado del trabajador para controlar la gestión de sus llamadas, «además lo hacen en sala, junto al resto de compañeros», expone Caus.

Según ambas delegadas sindicales, responsables de la empresa «bajarán» en septiembre a Sevilla para esclarecer los hechos, ya que se desconoce si el gesto contaba con el visto bueno o no de los superiores de los coordinadores. Este periódico intentó contactar sin éxito con los responsables de la empresa.