Jesús pone cara y nombre al amor por los animales
Desde hace cuatro años Jesús García Herrera rescata y proporciona hogar a animales callejeros. Su labor desinteresada se ha convertido en una lucha que le ha llevado a encontrar dueño a más de 300 perros. Demanda concienciación, ayuda y determianción y considera insuficiente la nueva Ley de Bienestar Animal.
“Hay dos clases de personas, los que quieren a los animales y los que los aman”. La frase sale de boca de Jesús García Herrera, un sevillano residente en Mairena del Alcor que desde hace cuatro años lleva a cabo una labor encomiable. Él se considera del segundo grupo. Ama sobremanera a los animales, y no solo eso, también rescata “callejeros” y ayuda a encontrar hogar a quienes no lo tienen.
Vendedor ambulante y antiguo comercial, es común ver a Jesús en las inmediaciones de los partidos de Betis y Sevilla con su puesto. Pero también es común verle rescatar perros por las calles de Mairena o El Viso del Alcor. El amor por los animales es algo innato, sin embargo, el desarrollo de su altruista actividad con ellos comenzó hace cuatro años. El primero de los perros que rescató fue el de un toxicómano de su barrio natal de Torreblanca. Un perro al que no le gusta llamar feo, aunque sí que reconoce que formaría parte de aquellos que se conocen como “invisibles”. Mediante un contacto de su antiguo trabajo logró rescatarlo de la calle y darle un hogar con otra familia.
Este es solo uno de los más de trescientos perros que ha sacado de la calle. Alguno, a causa de las enfermedades que acarrea, ha muerto al poco tiempo, sin embargo, Jesús se queda con la satisfacción de que, al menos, ha muerto sabiendo lo que es sentirse querido.
Para Jesús es sencillo. Él ve a un perro en la calle y se imagina que ese perro podría ser el suyo. “Con lo que yo quiero a mi perro, pensar que podría estar en la calle, sintiendo hambre, frío...”. Ese pensamiento le ha llevado a meter a muchos perros en casa, aunque no tantos como quisiera. La mayor difusión llegó con un vídeo que publico en su cuenta de Facebook acerca del atropello de un gato. Un gato feral, carente de contacto humano y, por lo tanto, sumamente peligroso. Su actitud caritativa y su denuncia pública hizo que aquel vídeo viral llegase incluso a las instituciones públicas. Así, el Ayuntamiento de Mairena del Alcor contactó con él y escuchó una de sus máximas pretensiones, la implantación en la localidad del método CER (Captura, Esterilización y Retorno) para evitar así la proliferación de más animales en la calle y sin hogar.
Una labor totalmente desinteresada
“No soy un héroe. Hay mucha gente como yo”, explica Jesús, que sí que reconoce en cambio que son pocos los hombres que hacen lo que él, siendo más común que sean mujeres quienes realizan este tipo de labor. Su actividad, muchas veces se centra en la recogida de animales que encuentra abandonados. A partir de ahí les busca un hogar. Otras veces, actúa de mero intermediario entre gente que conoce o que contacta con él a causa de algún abandono y la asociación o persona que acogerá al animal en cuestión. Asimismo, Jesús reconoce que suele ser inseguro a la hora de entregar un animal, pues mira bien que el receptor sea el adecuado y el perro o gato vaya a estar en las mejores condiciones.
Otra de los muchos hándicaps que Jesús encuentra en su labor, totalmente desinteresada (“me cuesta incluso en dinero”, reconoce) es precisamente el tema económico. “Hay muchos animalistas de sofá”, explica, aludiendo a aquellos que se declaran amantes de los animales, pero que sin embargo ni ayudan a recogerlos de la calle ni tampoco con una aportación económica, por pequeña que sea. “Los animales no comen letras”, dice en alusión a aquellos que solo comparten su pena por redes sociales, “y no se paga con pena, sino con dinero”, explica en alusión a los gastos veterinarios y de desplazamiento que supone realizar esta actividad para con los animales.
Aun así, una de las demandas de Jesús es la concienciación. La de aquellas personas, en especial de los jóvenes que no han vivido en épocas arcaicas de peleas de perros o gallos en plena calle. Pero también la concienciación institucional, que no se quede únicamente en el método CER, sino que se elabore y difunda también una campaña para concienciar acerca de un problema como el del abandono animal.
Una ley insuficiente
Jesús también se pronuncia acerca de la nueva Ley de bienestar animal, aprobada esta misma semana por el Gobierno. Una ley que, a su juicio, no vale más que para “llenar titulares”. A este respecto señala como insuficientes los dos años de prisión previsto para quienes maltraten animales, pues “dos años en la cárcel no los cumple nadie”. Además, tampoco cree que vaya a servir de nada el curso para los dueños de animales. Unos cursos que harán únicamente aquellos que los quieren y que no los maltratan. “Al resto les va a seguir costando lo mismo”. Por otra parte, también considera que el nuevo texto ampara a los cazadores y, sin embargo, deja de lado, por ejemplo, al “perro ovejero” por considerarle un animal de trabajo.
Aún con todo Jesús asegura que no va a cesar en su empeño y salvará a tantos animales de la calle como le sea posible. Puede que si viven en Mairena del Alcor, El Viso o Carmona le vean realizando esta bonita labor. Su voluntad y su determinación, sin embargo, irán más allá. Y es que hay acciones que superan los límites propios de lo físico. La bondad y el amor por lo animales no encuentra techo, ni lo hará nunca, mientras existan personas como Jesús García Herrera.