Los niños de la localidad sevillana de Castilleja de Guzmán, de 2.900 habitantes, están recibiendo en mano una carta que les ha entregado la alcaldesa, María del Mar Rodríguez, en la que les da las gracias por el comportamiento que están demostrando durante el confinamiento.
La carta, firmada por la alcaldesa y con un dibujo que reproduce una fotografía de la primera edil, agradece a los pequeños cómo están llevando el confinamiento, a la hora de ayudar a sus padres que el municipio se mantenga libre de casos de enfermos por COVID-19.
“Gracias por tu comprensión, gracias por tu madurez”, dice la alcaldesa a los niños en la carta, en la que les agradece que participen en un concurso de dibujo convocado por el Ayuntamiento, y les anuncia que cuando termine el confinamiento se hará en el pueblo una gran fiesta infantil, con todos los niños reunidos en la Plaza de España.
“Hoy, mientras trabajaba, me he dado cuenta de que no me había puesto en contacto contigo aún. Llevo días queriendo escribirte. ¿Sabes por qué? Porque quiero darte las gracias. Gracias por portarte tan bien , por permanecer en casa, por animar a toda tu familia con tus juegos, con tu compañía y con tu genial . Sé que estás siendo muy responsable y que estás en sin quejarte para derrotar entre todos y todas ese bicho horrible llamado coronavirus”.
Las cartas las ha entregado con la ayuda de otra concejala, en mano, llamando a las puertas sin previo aviso, y sorprendiendo a los niños con la visita de la alcaldesa a su casa para agradecerles cómo se están portando.
Más acciones de ayuda
Esta es una de las acciones de ayuda a las personas que lo están pasando mal en esta localidad sevillana, donde todo el pueblo se está volcando para que los vecinos sufran lo menos posible la crisis derivada por el coronavirus. Entre esas acciones se encuentra el reparto de 3.700 kilos de ayuda a domicilio coordinados por Cruz Roja, o la entrega a los comerciantes del pueblo de pantallas de protección 3D. La solidaridad local ha llegado incluso a la vecina Valencina de la Concepción, donde algunos comerciantes han recibido las pantallas de este municipio.
“Tenemos un grupo de 25 personas cosiendo mascarillas y para no exponer a nadie somos los concejales quienes nos desplazamos de aquí para allá, llevando, recogiendo, comprando y fumigando. Mi primer teniente de alcalde se sube cada dos días a la manguera de un tractor para fumigar”, remarca la edil.