La calabaza del COVID se marca otro récord

La joven Aurora Rodríguez Caballero marca la diferencia en el célebre concurso de Los Palacios y Villafranca con una pieza de 180 kilos

Álvaro Romero @aromerobernal1 /
31 jul 2020 / 17:27 h - Actualizado: 31 jul 2020 / 18:18 h.
  • La calabaza del COVID se marca otro récord

La calabaza que la joven Aurora Rodríguez Caballero presentó el año pasado en el clásico concurso de su pueblo, con 105 kilos, pareció batir todos los récords y dejar muy atrás aquellas primeras de algo más de 80 kilos con las que su paisano Sebastián Gómez Falcón había asombrado a la comarca hace solo una década, cuando la calabaza como tal ni siquiera entraba en el certamen porque, en aquella época, el fruto del que se esperaba una exageración histórica era la sandía. Sin embargo, la de este año ha roto todos los parámetros y ha arrojado en la báscula de la taberna La Liebre, donde ha tenido lugar este mediodía el concurso con el que no ha podido ni el coronavirus, un peso exacto de 180 kilos. Una locura, a decir de los muchos manchoneros que se han dado cita en el establecimiento y que han ayudado a mover este fenómeno de la naturaleza. Nada que ver, por ejemplo, con las señoras calabazas de solo 60 kilos que ha presentado José Peña (segundo premio) o de 37,5 de Enrique Molina.

“El secreto no se dice nunca”, ha declarado con tranquilidad y una sonrisa dibujada también en su interior Aurora, que a sus 32 años lleva ya varias ediciones a sus espaldas y algunos otros premios también en sandías. “Pero sí es verdad que cada año voy probando cosas nuevas”, ha añadido. Instada a que pusiera algunos ejemplos, la palaciega ha sacado el capote: “Muchísimos litros de agua, buenos abonos y no perder la paciencia”.

Precisamente este año era cuando menos esperanzas albergaba esta experta agrícola, “pues con esto del COVID-19 ni mi padre ni yo pensábamos presentarnos, pues decidimos no sembrar nada en el huerto”. No obstante, “nacieron dos plantas sin esperarlas y decidimos finalmente seguir criándolas, sin pensar en el concurso ni siquiera, ya que creíamos que no habría debido al problema de la pandemia”, ha añadido. “Al final la he presentado y hemos ganado de nuevo”, dice orgullosa, y añade: “Me gusta superarme cada año, no por rivalidad con nadie, sino conmigo misma”.

La calabaza del COVID se marca otro récord

Un pueblo de récords

Los Palacios y Villafranca se está ganando a pulso ser el pueblo andaluz de los récords en el campo. Si en 2013 aquella fritada de tomates que elaboraron los principales hosteleros de la localidad se convirtió en noticia mundial por alcanzar los 2.662 kilos de peso y entrar en el Récord Guiness, el año pasado volvió a conseguirlo con un racimo de uvas gigante de más de diez kilos, lo nunca visto en el mundo, para orgullo del agricultor Sebastián Gómez Falcón, que este año ha vuelto a probar suerte pero, aunque ha ganado el concurso en tal modalidad, su racimo solo ha pesado 7,450 kilos.

En uva layrén, que suele pesar menos, también ha ganado Sebastián, con un racimo de 2,900 kilos. Damián Gómez Amuedo lo ha seguido con solo 10 gramos menos, mientras que el tercer premio ha sido para Alfredo Amuedo Vargas, con un racimo que ha arrojado en el báscula 2,250 kilos.

En la modalidad de sandía negra, José Peña se ha llevado el premio con un ejemplar de 22,5 kilos, si bien hace años consiguió el mismo galardón con un ejemplar el doble de grande. En sandía negra, ha sido Enrique Molina quien se ha llevado el primer premio con un fruto de 31,5 kilos.