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La capilla más antigua de Los Palacios y Villafranca restaura sus tres cuadros

Hermandad de la Vera Cruz y Ayuntamiento sufragan la restauración de una Santa Catalina, un San Francisco y un San Cristóbal de la primera mitad del XIX

Álvaro Romero @aromerobernal1 /
13 oct 2019 / 08:39 h - Actualizado: 13 oct 2019 / 08:43 h.
"Los Remedios","Patrimonio","Cuaresma","Inversión","Primavera"
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La capilla más antigua de Los Palacios y Villafranca, la de San Sebastián, que allá desde el siglo XVI aspiró a convertirse en parroquia de Villafranca de la Marisma (el pueblo que se unió a Los Palacios en 1836), está restaurando su obra pictórica gracias a la iniciativa de la Hermandad que tiene aquí su sede, la del Cristo de la Vera Cruz, la Virgen de los Remedios y Nuestro Padre Jesús Cautivo. Este patrimonio consta de tres cuadros de grandes dimensiones que adornan las sencillas paredes de este templo que al principio fue ermita. La cofradía firmó un convenio con el Ayuntamiento palaciego por el que ambas instituciones se han comprometido a pagar el 50% de lo que cueste la recuperación de estos cuadros prácticamente invisibles, de oscuros y ahumados que estaban. La oscuridad también concernía a su conocimiento, pues la única referencia que se tenía de ellos era un inventario de 1919 en la Parroquia de Santa María la Blanca que hacía constar, en efecto, una Santa Catalina, un San Francisco, un San Cristóbal. El cuadro de Santa Catalina -el que estaba en peores condiciones; tanto que era popularmente conocido como el de la Santa Mártir, sin especificar de quién se trataba- acaba de ser restaurado por el sevillano Darío Ojeda Cordero gracias a una inversión de 1.300 euros. Antes de la primavera de 2021 se pretende haber recuperado también los otros dos, con una inversión de mil euros en cada uno.

La capilla más antigua de Los Palacios y Villafranca restaura sus tres cuadros

Según ha podido esclarecer el restaurador al recuperar también la firma de la obra, esta Santa Catalina la realizó, en 1846, el pintor sevillano Rafael García Martínez, más conocido como Hispaleto. Fue uno de los primeros cuadros -lo pintó cuando apenas contaba 14 años de edad- de este pintor costumbrista que se especializó en retratos y facturó la mayoría de su obra en la década siguiente antes de morir de cólera en París, adonde había ido a estudiar gracias a una beca dispensada por el marqués José de Salamanca (quien da nombre al preciado barrio madrileño) a cambio de uno de sus cuadros que llevaba por título Quevedo leyendo una de sus producciones.

Cuando esta semana se presentó el primero de los cuadros restaurados en la capilla de San Sebastián, el restaurador Darío Ojeda explicó que el siguiente cuadro en recuperarse será el de San Francisco, y la pretensión es que vuelva a la capilla antes de la próxima Cuaresma, mientras que en el de San Cristóbal se actuará a lo largo de la segunda mitad del año que viene. La Hermandad, por su parte, ha informado ya de que prepara una conferencia centrada en el proceso de restauración de estas piezas “con las que contribuimos al enriquecimiento patrimonial y a la cultura tanto de la Iglesia como del pueblo”, según ha señalado el hermano mayor, Juan Gavira.