La curiosa historia de dos hermanos que nacieron con guantes puestos

Chus y Pablo han crecido con ambiente de fútbol en su casa, pero posiblemente nunca pensaron que una tarde serían rivales cada uno en una portería

19 oct 2021 / 08:53 h - Actualizado: 19 oct 2021 / 08:55 h.
  • La curiosa historia de dos hermanos que nacieron con guantes puestos

Cuando Jesús y Lali pensaron en tener hijos no pensaron en que, en realidad, tendrían porteros. Pero una cosa es lo que la vida te plantea y otra lo que Chus, que ahora tiene 23 años, y Pablo, que tiene 20, tenían en la cabeza (y en los guantes).

La historia de estos dos hermanos es llamativa, porque, desde su casa en la localidad onubense de Lepe, han conseguido llegar a jugar de porteros de forma casi profesional, y el destino quiso que el pasado fin de semana fuesen rivales, uno en la portería del San Roque B y otro en el Isla Cristina.

Los dos se formaron en la cantera del San Roque, aunque el primer equipo no ha dado a Chus la oportunidad de ser su portero a pesar de su innegable calidad, y ha tenido que buscar otros horizontes deportivos.

Es verdad que el equipo lepero, que ahora mismo es el máximo representante del fútbol onubense, ha tenido que buscar emigrantes del balón para formar su plantilla, reforzada año tras año con futbolistas de distintas procedencias para mantener su potencial, y eso ha hecho que, para seguir sacando adelante su pasión, Chus haya tenido que hacer las maletas en más de una ocasión.

Inicios paralelos

Su hermano pequeño se mantiene en la cantera de su pueblo desde benjamines. El mayor, tras salir del San Roque, se fue a la Olímpica Valverdeña. De ahí, hizo las maletas y jugó una temporada en la S.D. Bande, del municipio del mismo hombre de Orense, y ahora lleva tres años en Isla Cristina.

El destino ha querido que los dos jueguen ahora en el Grupo I de Primera División Andaluza, y era cuestión de tiempo que se enfrentasen uno al otro. Y fue el pasado fin de semana, en un partido que se tendría que haber jugado en el Municipal de Lepe pero terminó disputándose en Isla Cristina por el estado en que las inundaciones de hace un mes dejaron el campo lepero.

La foto para el recuerdo

Los prolegómenos del partido dejaron la foto para el recuerdo de los dos porteros con sus padres en el terreno de juego. Luego, se colocaron cada uno en su portería. A cien metros uno del otro comenzaron a trabajar.

Por cierto, como se dice en estos casos, el resultado es lo de menos. Pero esta vez Chus ganó la partida a Pablo, y cuando el partido terminó el Isla Cristina había ganado por 1-0.

Si al llegar a casa tras el partido, Chus ganó todas las batallas deportivas hablando con su hermano es algo que no ha trascendido. Esta semana han vuelto a entrenar, a pelearse y a prepararse para un nuevo reto bajo el larguero, esta vez cada uno en un estadio distinto.