La radio está siendo en estos días La Esperanza para los escolares de Cantillana. Porque es el nombre del colegio que, desde que se suspendieron las clases y se decretó el aislamiento domiciliario, sigue su actividad apoyado en las ondas de la radio local. En antena desde el pasado lunes, el programa ‘En casa y a lo loco’ ayuda al alumnado a sobrellevar estos días, fomentando el contacto entre los compañeros del centro, además de propiciar el estudio y el aprendizaje a falta de clases regulares.
Asegurar en estas condiciones el derecho fundamental a la educación
Las circunstancias que se están viviendo son inéditas, por lo que el equipo directivo y el claustro han tenido que determinar unas pautas y formas para continuar la labor docente. En ese sentido, José María Bando, director del centro, destaca que “en estos momentos se ha suspendido el derecho a la educación. No es que queramos mandar muchos deberes, sino asegurar en las condiciones que tenemos que ese derecho fundamental se mantiene”.
Ante esto, se han trabajado distintos documentos y materiales para este nuevo escenario, que marcan la dinámica a seguir. Se insiste en que “no son vacaciones” y que es necesario “no perder la rutina para no bajar el nivel competencial”. Así, en el documento entregado a las familias se marcan unos horarios, con dos bloques de trabajo. Las madres delegadas juegan un papel “muy importante”, pues son las que toman el pulso a las familias y al grupo, y ejercen de “transmisión” entre los alumnos y los profesores.
Para el primero bloque, cada día se les pasa una plantilla con actividades para desarrollar, desarrolladas y explicadas. “Las hacemos a diario para adaptarlas con la información y evaluación que recibimos de las madres”. Se trata además de actividades con otro tipo de didáctica que la usada en las clases. En el segundo bloque se proponen actividades más dinámicas y lúdicas.
El programa de radio es el recreo entre los dos bloques de trabajo de los alumnos
En el descanso entre ambos es cuando se lleva a cabo el programa de radio, emitido desde Radio Cantillana. Un recreo de entre 15 y 20 minutos de duración según los contenidos. “El objetivo es trabajar los aspectos emocionales, que son los que muchas veces se olvidan. Es fundamental que los niños nos escuchen y se escuchen entre ellos, que se expresen y mantengan el contacto”.
Cada programa lo protagoniza una clase. Realizado mediante llamadas de teléfono, audios y notas de voz, se estructura en tres secciones: intervención de la madre delegada, e intervención del alumno delegado, que ejercen de portavoces de las familias y los alumnos del curso, respectivamente. El programa concluye con una sección dedicada a reproducir mensajes de los niños y niñas de esa clase: dedicatorias, anécdotas, el relato de cómo viven estos días, “e incluso chistes”.
En la segunda sección se lleva a cabo el concurso ‘El Minuto Loco’, en el que se le formulan al delegado 10 preguntas. Cada respuesta es premiada con un euro, que serán acumulados por la clase y cuando finalice esta situación se donará todo el premio acumulado a una asociación u ONG de Cantillana. Iniciado con la suspensión de las clases, el programa en principio durará mientras dure la misma. Aunque como ente vivo, “lo mismo se aprovechan los recreos cuando volvamos para continuarlo”.
El colegio realiza desde hace 8 años un programa de radio
La radio es una compañera más de clase en este colegio. Fue el Día de Andalucía de 2012 cuando se emitió el primer programa de radio hecho por los escolares de La Esperanza. Titulado ‘Give me Hope’ es una hora diaria de radio que ya suma ocho temporadas, realizada por los alumnos con la colaboración de la emisora local. Una herramienta didáctica más del centro que fue distinguida con la mención especial del jurado de los primeros premios ‘El audiovisual en la escuela’ del Consejo Audiovisual de Andalucía.
El colegio La Esperanza lleva a cabo un amplio programa con proyectos de coeducación, de convivencia y solidaridad, de hábitos saludables, deportes, juegos y convivencia, animación a la lectura y un largo etcétera. Todas siempre inciden en el crecimiento personal del alumno, como parte activa tanto de su aprendizaje y formación como en su responsabilidad en el desarrollo y avance de la comunidad.
El centro lleva a cabo múltiples proyectos para el desarrollo integral de los alumnos
Por esta labor del claustro, el colegio ha recibido múltiples reconocimientos y ha sido requerido por otras administraciones y colectivos para aprender de su experiencia. Uno de sus proyectos, el COMEin – Convivencia y Mediación infantil – fue presentado en el XXVI Congreso Europeo de Servicios Sociales, celebrado en 2018 en Sevilla, a petición de la organización.
El centro fomenta igualmente el trabajo en valores y la inclusión del alumnado con actividades para los recreos que proponen, desarrollan y ejecutan los propios escolares. Es otro de sus proyectos estrellas, llamado Recréate. Sus actividades también buscan incidir positivamente en la localidad, por lo que sus proyectos salen más allá del propio centro para beneficiar a toda la comunidad. Es el caso de APS, Aprendizaje y Servicio, una acción en la que los alumnos ponen adquieren conocimientos y los ponen en práctica. Un ejemplo de ello lo han llevado a cabo ejerciendo como guías en los centros expositivos locales.
El colegio fue reconocido en 2019 con la mención honorífica en la décima edición de los premios a la promoción de la cultura de paz y convivencia escolar que concede la Consejería de Educación de la Junta de Andalucía.