La Guardia Civil detiene a cinco personas por un supuesto delito contra la flora y fauna, bajo el concepto de la práctica de la caza sin autorización del titular o propietario de la finca donde se realiza.
Los hechos sucedieron cuando una Patrulla de la Guardia Civil de Cazalla de la Sierra realizaba servicio para la seguridad ciudadana y recibió aviso sobre la existencia de cazadores furtivos en una finca particular sita en el término municipal de El Pedroso. Los agentes se ponen en contacto con el guarda rural y se dirigen al lugar por donde éste sospecha que circula el vehículo todo terreno implicado en la presunta caza furtiva. La Guardia Civil sale al encuentro y consigue cortar el paso a este vehículo.
Una vez identificado los ocupantes y registrado el vehículo, se observa que dos de ellos llevan las manos manchadas de sangre, y en el interior del vehículo existe una cabeza de ciervo cercenada del cuerpo del animal, dos cuernos de desmogue de grandes dimensiones, y mochilas con telas, fundas, máscaras y todo tipo de ropa y sombreros de camuflaje.
En las mochilas se encuentran efectos como los que se suelen usar en la práctica de caza furtiva, tales como prismáticos, hachas, navajas, destornilladores, alicates, navajas, telémetros, linternas etc... además de munición del calibre 308, dos rifles desmontados acompañados de su guía y miras telescópicas, un silenciador, bastones y soportes. También tres vainas percutidas, las cuales presumiblemente se usaron para dar muerte al animal.
Entrevistados con los ocupantes del vehículo, 4 de ellos reconocen haber participado en dar muerte al venado usando el silenciador, si bien al conductor del todo terreno le pagaron para que los trasladase a la finca y los recogiese a una hora convenida.