La Pastora de Cantillana saldrá a la calle por segunda vez este año

El día 8 de septiembre presidirá la misa y la posterior veneración en la plaza del Palacio - a la que será trasladada de forma privada - como ya hiciese el pasado mes de julio para clausurar el Año Jubilar

07 sep 2021 / 08:21 h - Actualizado: 07 sep 2021 / 08:25 h.
  • La Divina Pastora de Cantillana en la carreta de plata presidiendo el altar para la misa de clausura del Año Jubilar, celebrada el pasado 4 de julio en la plaza del Palacio (Foto: Alejandro Daza Sanz).
    La Divina Pastora de Cantillana en la carreta de plata presidiendo el altar para la misa de clausura del Año Jubilar, celebrada el pasado 4 de julio en la plaza del Palacio (Foto: Alejandro Daza Sanz).

La calle de Martín Rey de Cantillana quedará por segundo septiembre consecutivo huérfana de la visita de la Divina Pastora. Su majestuosa cúpula efímera quedará vacía sin la ceremonia solemne que despoja de su bendita frente el sombrero. Pero si la Virgen no puede ir hasta la calle por culpa de la pandemia, será la calle la que vaya hasta su Virgen, y el 8 de septiembre la Pastora volverá a pisar el suelo de Cantillana para ser venerada bajo la cúpula en la plaza del Palacio.

Con las procesiones aún en suspenso, y en plena celebración de sus fiestas mayores, la hermandad de la Divina Pastora festejará el día de la Natividad de la Virgen, festividad de su titular, volviendo a sacarla a la calle.

La Pastora de Cantillana saldrá a la calle por segunda vez este año
El risco, altar de cultos de la novena de la Divina Pastora (Foto: Francisco J. Domínguez).

La jornada del 8 de septiembre seguirá el formato habitual, con la misa de alba, la función principal y, pasado el medio día, el traslado de la Virgen desde el risco al paso. Un momento emotivo en el que se dará la oportunidad a las personas mayores, enfermas e impedidas de estar cerca de la Virgen. Otra misa, esta vez vespertina, llevará a la Virgen al exterior del templo para estar con sus hijos y devotos en el día más esperado del año.

La Pastora de Cantillana saldrá a la calle por segunda vez este año
La Pastora de Cantillana en su carreta de plata en el cierre del Año Jubilar (Foto: Hermandad de la Divina Pastora de Cantillana).

La Divina Pastora estará expuesta a la veneración sobre su paso procesional

La plaza aledaña a la iglesia – haciendo honor a su nombre – se hará Palacio para cobijar una vez más a su reina. La cúpula que cada año se alza en mitad de la conocida calle de la gala y la gloria ha sido erigida en la plaza para ser el altar que cobije a la Virgen. Con la Vega y el Guadalquivir a sus espaldas, la Pastora Divina volverá a mirar a Cantillana, su pueblo desde hace tres siglos, al que bendecirá por segunda vez en este año.

Fue el pasado 4 de julio cuando la Divina Pastora salió a esta plaza para presidir la misa de clausura del Año Jubilar concedido con motivo de su tercer centenario fundacional. Si esa ocasión regaló una imagen inédita, con la Virgen entronizada en su carreta de plata bajo los árboles que ponen límite exterior a la plaza, este 8 de septiembre la imagen será expuesta en su paso procesional. Un nuevo almendro en flor será palio y cielo para la noche en la que la Virgen nacerá en un enclave que ya es pastoreño, y los nardos volverán a contarse por centenares en las esquinas de su paso para perfumar su bendita presencia.

De esa forma, la Virgen será trasladada sobre el paso y de forma privada para presidir la misa vespertina en la plaza del Palacio, que tendrá el aforo limitado para la celebración. A su finalización, la Divina Pastora quedará expuesta a la veneración, un acto de devoción que permitirá mantener la cercanía con la Virgen en su día y fiesta principal.

La hermandad nombrará al arzobispo emérito Asenjo Hermano Mayor Honorario

Daban las 12 de la noche del ya día 1 de septiembre cuando la Pastora subió al risco para coronar su altar bucólico de cultos. Un calvario florecido, donde el árbol de la cruz se transforma en almendro para ofrecer a la Virgen como madre de la humanidad. Provista de pellica, callado y sombrero, los atributos pastoriles con los que la soñara el padre Fray Isidoro de Sevilla, la Divina Pastora recibe a sus hijos – como las ovejas que trepan hacia ella en el altar, portando rosas en sus bocas como ofrendas de amor – en su novena. Desde el pasado sábado 4, cada tarde a las 20.30 horas da comienzo el culto, que puede seguirse a través del canal de YouTube de la hermandad, desde donde se emitirán en directo todos los cultos y actos.

Como es tradición, en la víspera de la fiesta de la Pastora tendrá lugar el Santo Rosario. Con la restricción del culto público, el simpecado blanco de gala no recorrerá – precedido de las pastoreñas ataviadas con mantilla – las calles céntricas de la villa. Pero, como el año pasado, el rezo se realizará ante la Virgen en el interior del templo, y con el aforo reservado a las hermanas, como depositarias y transmisoras de la devoción a la Divina Pastora de las Almas.

La Pastora de Cantillana saldrá a la calle por segunda vez este año
La imagen de la Divina Pastora corona el risco, desde donde preside los cultos (Foto: Hermandad de la Divina Pastora de Cantillana).

El día 8 de septiembre la hermandad estrechará su vínculo y adhesión con el arzobispo emérito de Sevilla, Juan José Asenjo. Será el prelado el que presida la función principal. A su finalización, y en señal de gratitud por las atenciones con la corporación para la concesión y celebración del Año Jubilar, la hermandad de la Divina Pastora otorgará nombramiento de Hermano Mayor Honorario a monseñor Asenjo.

El domingo 12 de septiembre se celebrará el último día de novena, con la procesión claustral de Su Divina Majestad en sustitución de la que cada año cierra este culto por las calles cercanas. En la noche, y con formato idéntico al de la víspera, tendrá lugar el Santo Rosario que clausura los cultos y la primera parte de las fiestas. Una primera parte que volverá a disfrutar de la Virgen en la calle por segunda vez en este segundo año de pandemia.