Acabamos de salir de un larguísimo puente y ya estamos inmersos en las celebraciones de las fiestas navideñas, una de las épocas, junto al inicio y cierre de vacaciones estivales, donde más desplazamientos de vehículos por carretera se producen a lo largo del año y claro, cuando más víctimas mortales se registran. Para analizar la situación cuanto a seguridad vial, el Correo habla con la experta Miryam Moya, recientemente galardonada en uno de los foros de seguridad de más prestigio internacional.
La mairenera Miryam Moya, perito judicial en Seguridad Vial y Tráfico, Investigación y Reconstrucción de Accidentes de Tráfico, acumula certificaciones de, entre otras, la Universidad Camilo José Cela, la Politécnica de Cataluña o la Columbia de Nueva York. Además, es una habitual en congresos por toda Europa y América donde de forma individual o en proyectos internacionales defiende sus postulados sobre seguridad vial. Ahora acaba de sumar un nuevo hito a su trayectoria con el recibimiento de una “Mención de honor” en la 13ª Conferencia Mundial sobre Prevención de Lesiones y Promoción de la Seguridad (Safety 2018 World Conference) que ha tenido lugar en Tailandia recientemente.
Esta edición, que ha estado inaugurada por Zoleka Mandela, nieta del expresidente sudafricano Nelson Mandela, la mairenera concurría con su proyecto “Visión Zero SP” junto a otras 400 contribuciones de 42 países, y donde un jurado compuesto por 11 expertos internacionales ha otorgado el galardón. En palabras de la propia Moya, “Visión Zero SP es una plataforma de sensibilización y petición en línea que tiene como objetivo reducir el número de víctimas de accidentes de tráfico en España. Hacemos campañas de prevención junto a la Comisión Europea y el Proyecto Edward. El principio fundamental es que la pérdida de vidas como consecuencia de accidentes de tráfico es inaceptable y evitable. Abogamos por una serie de medidas destinadas a ayudarnos a reducir la probabilidad de siniestros de tráfico mortales”.
Moya, que es una luchadora incansable de la seguridad vial, reconoce que además del premio, “Lo que más me ha gustado, cuando me escribieron diciéndome que había sido elegido mi trabajo, y es de lo que estoy más orgullosa: gracias por su interés, su paciencia y su gran trabajo para hacer que el mundo sea un lugar más seguro”. Esta profesional, que es además experta en Biomecánica aplicada al impacto y en Seguros y en Conservación y Explotación de Carreteras, protesta enérgicamente por la poca consideración que se muestra a este aspecto ya que “cada año, más de 1,2 millones de personas mueren en accidentes de tráfico en todo el mundo, sin embargo hay una diferencia importante entre nuestra respuesta a las guerras extranjeras, la crisis del SIDA, o los ataques terroristas de todo lo que inflige menos muertes que los siniestros viales y no hay ninguna protesta pública generalizada o un monumento gigante dedicado a los fallecidos en siniestros viales”.
Para Moya hay dos colectivos que sufren especialmente este aspecto: los peatones y los niños. Según defiende esta experta, “Aproximadamente el 21% de las víctimas de accidentes de tráfico de la UE son peatones, y los niños son especialmente vulnerables al tráfico debido a su inexperiencia. Cada año mueren más de 800 niños menores de quince años en las carreteras europeas y 100.000 resultan heridos”. Por todo ello, defiende, “debemos promover la importancia de la seguridad vial y llamar la atención sobre el tomar simples decisiones que marquen de una vez por todas la diferencia y salvemos vidas”. Y abunda: “perder a un hijo, un padre, hermana o amigo por una epidemia hecha por el hombre es una de las mayores injusticias. Debemos unirnos y construir un movimiento. Necesitamos gobiernos comprometidos, con liderazgo y compromisos reales. Debemos decir basta a esta carnicería totalmente evitable, tomando las medidas oportunas que marquen la diferencia y salven vidas”.
A modo de cierre, Moya expone dos premisas que deben cumplirse si queremos bajar de verdad la siniestralidad por accidentes de tráfico. En primer lugar, explica, “debemos aumentar la conciencia pública, la información real y el compromiso con la Seguridad Vial. Mejorar la comunicación, cooperación y la colaboración entre todas las partes interesadas. Aumentaremos la disponibilidad de datos, apoyando la evaluación futura”. Además, puntualiza, “debemos reducir la probabilidad de muerte o de sufrir lesiones graves en carretera, a través de enfoques estratégicos basados en la ingeniería, la educación, la evaluación y la participación de la comunidad”.