La tercera ola del covid-19 zarandea ya a toda la provincia
Las fiestas navideñas pasan factura a los pueblos sevillanos: ya hay una decena que superan la tasa de 500 casos por cada 100.000 habitantes, mientras que los pueblos con cero contagios, que eran casi la mitad, se quedan ahora en una docena
Ahora que las Navidades han terminado definitivamente, superado también el primer fin de semana de transición, la incidencia del coronavirus vuelve a notarse en prácticamente toda la provincia de Sevilla, y eso que la tasa media andaluza por cada 100.000 habitantes es en Andalucía de 298 y en Sevilla solo de 191. Pero los malos datos van al alza, tal y como demuestra un somero análisis comparativo de la situación entre la pasada semana y esta. Mientras que el pasado viernes había cuatro municipios que superaban la temible barrera de la tasa de 500 casos por cada 100.000 habitantes, los datos actualizados de la Junta de Andalucía hoy lunes ponen ya en tal tesitura a diez pueblos, y no todos especialmente pequeños, donde las oscilaciones suelen engañosamente acusadas, sino también en algunos medianos, como es el caso de Las Cabezas de San Juan (16.500 habitantes), en el que solo en los últimos siete días se han registrado 67 casos y sitúa su actual tasa en 743. En la misma comarca del Bajo Guadalquivir, Los Palacios y Villafranca ha duplicado su incidencia en el fin de semana: de arrojar una tasa de 255 el pasado viernes a amanecer este lunes con 427. Solo en la última semana, 91 palaciegos han contraído el virus. Los alcaldes de ambos municipios no paran de lanzar mensajes de advertencias desde la pasada semana a sus vecinos, pero el crecimiento sigue su curso.
Tal vez el pueblo donde la subida de esa tasa de casos por cada 100.000 habitantes se han notado más escandalosamente sea Pruna, en el extremo de la Sierra Sur: 4.456, lo que suponen 116 vecinos contagiados solo en esta última semana. Eso en un pueblo que apenas supera los 2.500 habitantes es una barbaridad. Al parecer, la chispa del crecimiento de la incidencia se ha debido al contagio de uno los Reyes Magos en la actividad de reparto de regalos el pasado día 5 en sustitución de la Cabalgata. Al Rey, por cierto, lo encarnaba uno de los concejales.
En el Aljarafe, por otra parte, la incidencia también sube, tanto en pueblos pequeños como Chucena, con una tasa de 630; relativamente pequeños como Umbrete (con una tasa hoy de 461); o grandes, como Bormujos, donde la tasa alcanza ya los 259 (35 casos solo en la última semana). En la parte oriental de la provincia, el COVID-19 vuelve a ganar fuerza, tras el esperanzador descenso de antes de la Navidad, en municipios como La Puebla de Cazalla (11.000 habitantes), donde la tasa se sitúa en 874, lo que supone que en la última semana se han registrado 57 casos. En Osuna (17.500 habitantes), la tasa alcanza ya el 432 (70 casos desde el pasado lunes). En Lora de Estepa, un municipio que no llega al millar de vecinos, la tasa es de 696. En Gilena (3.700 habitantes), de 778. Y en Algámitas (1.200 habitantes), de 1.274.
En la Sierra Norte, el pequeño pueblo de El Garrobo (800 habitantes) supone otro doloroso hito: una tasa de 2.405 y 15 casos en la última semana. En Los Alcores, Mairena y El Viso, pueblos medianos, han empeorado sus datos hasta situarse en tasas de 242 y 332, respectivamente. Entre los dos pueblos, suman 76 casos solo desde la semana pasada. Carmona, por su parte, que tuvo su mala racha a comienzos de diciembre, es ahora uno de los grandes municipios cuya tasa se mantiene a raya: 56 casos por cada 100.000 habitantes. En esa buena situación se mantienen también otros municipios como Pedrera (tasa de 19) o Tomares (82).