La Virgen de Villadiego recibe culto desde este viernes en Peñaflor

Tras la suspensión de la romería, la imagen ha sido trasladada en privado desde la ermita para presidir las celebraciones en su honor en la parroquia del pueblo

08 ago 2020 / 09:47 h - Actualizado: 08 ago 2020 / 09:50 h.
  • La Virgen de Villadiego, Patrona de Peñaflor, expuesta al culto en la parroquia de San Pedro tras el traslado privado (Foto: Hermandad de Villadiego)
    La Virgen de Villadiego, Patrona de Peñaflor, expuesta al culto en la parroquia de San Pedro tras el traslado privado (Foto: Hermandad de Villadiego)

La Virgen de Villadiego se encuentra desde este viernes en la parroquia de la localidad. La imagen ha sido trasladada de forma privada desde su ermita para presidir los cultos en su honor en el pueblo. Tras estos, la Virgen permanecerá en la localidad al menos hasta el próximo mes de octubre.

La hermandad anunció el pasado mes de julio la suspensión de la romería en honor a la Patrona de Peñaflor “atendiendo a las recomendaciones sanitarias debido a la situación de emergencia provocada por la COVID-19”. Una fiesta que supone el traslado de la imagen desde su ermita – que dista unos dos kilómetros del pueblo – hasta la parroquia de San Pedro Apóstol. Ante esta circunstancia y de forma excepcional, la Virgen ha sido llevada en la madrugada de este viernes hasta el pueblo para la celebración del triduo del mes de agosto. Unos cultos que cada año se consagran en la ermita y que, en las circunstancias actuales, la hermandad ha optado por llevarlos a cabo en el templo mayor peñaflorense.

La Virgen de Villadiego recibe culto desde este viernes en Peñaflor

Cultos adaptados para evitar la extensión de los contagios

Desde este viernes y hasta el domingo, cada mañana a las 7.00 horas se dedicarán los cultos a la Patrona, que comienzan con el rosario de la aurora. A continuación se rezará el ejercicio de triduo para continuar con la misa. Según señalan fuentes de la hermandad, estos son los cultos más antiguos de la corporación, que han sido adaptados para cumplir la normativa para evitar la extensión de los contagios por coronavirus.

Es habitual que el último día de triduo concluya con la procesión del Santísimo Sacramento por los aledaños de la ermita para la bendición de los campos y las cosechas. En esta ocasión, este domingo los cultos finalizarán con la procesión claustral del Santísimo y la bendición a los fieles. La culminación de este triduo es el besamanos a la imagen, que en este año será sustituido por la exposición pública de la Virgen para la veneración de los devotos, según ha anunciado la corporación.

Se baraja que la Virgen permanezca en el pueblo hasta que sea posible un traslado público

En circunstancias normales, la Virgen hubiera sido traslada en su romería al pueblo el día 14 de agosto. Este año, y para mantener el cariz festivo de esta jornada, el tamborilero pondrá sus sones por las calles del pueblo. En la parroquia, la Virgen será bajada de su altar para ser expuesta a la veneración de los devotos. El día 15 de agosto se dedicará la función en su honor. Tras esta, la Virgen permanecerá como cada año en el templo hasta la celebración de la novena, en los últimos días de septiembre, y la función principal de instituto el primer domingo de octubre.

Es en esta fecha, a la conclusión del oficio religioso, cuando la imagen retorna a su ermita. Según señalan fuentes de la hermanad, si el traslado no puede llevarse a cabo de forma pública, con el traslado de la Virgen en su paso, se baraja la posibilidad de que la Patrona permanezca en la parroquia hasta que la situación sanitaria permita su celebración.

La romería de Villadiego fue instaurada en el año 1926 en la víspera de la festividad de la Asunción. En la tarde del 14 de agosto los devotos se desplazan hasta la ermita para rezar el Rosario ante la imagen a las 19.00 horas y, a su finalización, trasladar a la imagen hasta el pueblo. Muchos son los devotos que hacen noche en la ermita para poder colocar su medalla en los ‘bancos’ del paso para asegurar su sitio y poder portar a la Virgen en el camino hacia Peñaflor.