La Virgen de Villadiego volverá mañana a su ermita en procesión

Peñaflor desborda alegría este fin de semana porque su Patrona vuelve a salir. Como colofón a su estancia en el pueblo, y de forma muy esperada tras la recuperación de las procesiones y el culto externo, la Virgen de Villadiego estará en las calles en dos ocasiones. Hoy sábado presidirá en la plaza junto a la parroquia el último día de novena, y en la tarde del domingo volverá a su ermita, en procesión y acompañada por todos sus devotos.

Han pasado dos años y dos romerías desde la última vez que los peñaflorenses vieron a su patrona fuera de su ermita o de la parroquia de San Pedro Apóstol. Por eso, la de este sábado será una cita especial en muchos sentidos. A las 20.00 horas se celebrará el último día de la novena con la que concluye la estancia en el pueblo – que se inicia el 14 de agosto con la romería que la trae a la localidad, y que en estos años de pandemia ha sido sustituida por traslados privados –.

Para la finalización de los cultos, la misa se llevará a cabo en el exterior de la parroquia, en la plaza de España, en un altar que estará presidido por la Virgen en su paso de tumbilla. En ese punto, en el que se erige una cruz, fue destruida la anterior imagen en el año 1936, según explican desde la hermandad.

Este último día de novena reproducirá además una estampa que se produjo por primera y única vez en 1923. En esa fecha la Patrona presidió desde el mismo enclave la eucaristía y el posterior desfile del Cuerpo de Intendencia del Ejército español, que en aquellas fechas se había hecho con la fábrica de harinas local para su abastecimiento en la guerra contra Marruecos. Casi un siglo después la Virgen volverá a presidir una misa en la plaza.

Previamente, y durante la mañana de este sábado, los vecinos visitarán a la Patrona, expuesta en veneración, y para realizar una ofrenda de flores, una costumbre “muy popular” en estos cultos, según explica el prioste de la corporación, Juan Antonio García. El pueblo se muestra engalanado y entre los vecinos se viven estos momentos con “júbilo, alegría y gozo, con el calor de la Madre que viene a vernos a la calle”.

Mañana domingo, la hermandad consagrará la función principal de instituto, que dará comienzo a las 11.00 horas en el templo mayor de Peñaflor. Y, como marcan las reglas, el traslado de vuelta a su ermita se llevará a cabo este primer domingo de octubre. Así, la Virgen de Villadiego saldrá como, es costumbre, en su paso de tumbilla – un conjunto elaborado en 1937, con diseño de José María de Parias y orfebrería de Fernando Marmolejo –.

Con adelanto respecto a lo habitual en la procesión de regreso, la Virgen saldrá a las 16.30 horas para despedirse de su pueblo y emprender el camino hacia la ermita, situada a unos escasos dos kilómetros de la localidad. De forma excepcional, el recorrido urbano será más amplio, pasando por calles por las que habitualmente no discurre. Visitará los conventos de las Hermanas de la Cruz y de San Luis del Monte y las calles Juan Carlos I, San José, Ramón y Cajal y Arroyo para tomar el camino hacia su ermita. En su procesión por el casco urbano, la Virgen de Villadiego irá acompañada por la banda de música municipal de Lora del Río.

Tras la parada en la pedanía de Vegas de Almenara, reminiscencia del origen de la romería en el cortijo de las Teresas, la procesión continuará hasta la ermita, estando prevista la llegada sobre las 21.00 horas. Este traslado, más “discreto” que el que la trae al pueblo en romería, es por lo general igual de masivo, acompañando a la Virgen multitud de devotos que, en muchos casos, dan cumplimiento a promesas, según explican desde la hermandad.

La localidad, que ya no cuenta con ninguna limitación por cuestiones sanitarias – al encontrarse en nivel cero – podrá disfrutar plenamente de la Patrona en su paseo por el pueblo y posterior procesión hasta su ermita en esta vuelta a sus tradiciones y a la normalidad tras la pandemia.