Que parezca inevitable el petardeo de fin de año no significa que no haya alternativas. Lo ha demostrado Lebrija, el pueblo de la Caracolá y las corraleras, con una iniciativa de la Delegación de Fiestas de su Ayuntamiento que no ha dejado indiferente a nadie en toda la comarca. Justo después de las campanadas, y de forma sincronizada, cada familia lanzó al aire los que allí han llamado “globos de los deseos”, un total de 10.000 que compitieron en el cielo con las mismas estrellas, y que habían sido repartidos previamente por el Ayuntamiento: uno por vivienda. Ni la tímida lluvia se atrevió a empañar una noche llena de esperanza, como se encargó de subrayar el propio alcalde, Pepe Barroso (PSOE): “Este año quedará en nuestra memoria para siempre, y no precisamente por las cosas positivas que trajo, pero también por la enorme satisfacción por la altura humana y profesional demostrada por tantas y tantas personas cuya entrega y dedicación ha sido y es fundamental”.
A pesar de la distancia física, los lebrijanos estuvieron más unidos que nunca para festejar la entrada de 2021 de un modo tan especial.