El pleno del Ayuntamiento de Lebrija, previa declaración institucional en su próxima sesión del 5 de febrero, elevará a la Unesco (Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura) la propuesta de que la primera Gramática castellana, obra que el lebrijano Elio Antonio de Lebrija (1441-1522) publicó el mismo año que se descubrió América, sea reconocida como Memoria del Mundo “por su aportación histórica a la expansión de la cultura hispanoamericana, dotando a España de un instrumento culturizador importantísimo que contribuyó al entendimiento de más de 577 millones de personas en el mundo, según un informe del Instituto Cervantes en 2017”.
El registro Memoria del Mundo es un listado de patrimonios documentales que han sido aprobados por el Comité Consultivo Internacional (CCI) y ratificados por el director general de la Unesco como tales. Gracias a este reconocimiento, el patrimonio documental pasa a ser protegido y difundido como tal, que es justamente el objetivo del Consistorio lebrijano y de la comisión organizadora, recientemente constituida, con motivo del V centenario de la muerte del hijo más ilustre de Lebrija.
Algunos de los últimos documentos registrados son el Archivo de Santiago Ramón y Cajal y la Escuela Española de Neurohistología, el censo de Islandia de 1703, por ser el más antiguo del mundo que incluye nombres, edades y condiciones sociales de cada habitante de aquel país, o los llamados Evangelios de Arkángel, únicos desde los puntos de vista de la lingüística, la paleografía y la codicología.
Las propuestas de inscripción en el citado registro pueden ser presentadas no solo por un gobierno o una ONG, sino incluso por cualquier individuo, si bien se da prioridad a las presentas por el correspondiente comité regional. Por regla general, advierten en la propia web de la Unesco, estas propuestas se limitan a dos por país cada dos años. En Lebrija, no obstante, están decididos a lograr su meta, sobre todo después de que su alcalde, Pepe Barroso (PSOE), se la explicara esta semana al rector de la Universidad de Salamanca, Ricardo Rivero Ortega, que ha reconocido el espaldarazo que conseguiría la obra del humanista lebrijano.
La visita del regidor lebrijano a Salamanca se enmarca en un viaje institucional que también le ha dado para visitar el Ayuntamiento de la ciudad castellana que a Nebrija le sirvió de trampolín a su carrera académica e intelectual. Pepe Barroso, en este sentido, se ha reunido asimismo con el alcalde salmantino, Carlos García Carballo, y su delegada de Cultura, María Victoria Bermejo, y le ha propuesto al Ayuntamiento de aquella ciudad “el hermanamiento de ambas ciudades en este año 2020 con el fin de que Lebrija y Salamanca compartan un vínculo oficial, además del sentimental, a través de Elio Antonio de Lebrija”.
Hasta 2022
Barroso considera de “gran importancia” estrechar relaciones con los distintos municipios en los que Nebrija desarrolló su vida, pues “pretendemos que esta celebración sea transversal e integradora, en la que estemos presentes no solo la ciudad que lo vio nacer, sino todas aquellas en las que se desarrolló”.
La efeméride del V centenario de la muerte de Nebrija se ha comenzado a conmemorar con multitud de actos y volverá a poner de relevancia su figura. Conmemora la muerte del insigne humanista y aquellos aspectos de su vida y su obra que lo convirtieron no solo en la piedra angular de múltiples ámbitos del saber de la España de finales del siglo XV y principios del XVI, sino que también lo encumbraron como una figura de referencia en toda Europa y en el Nuevo Mundo.