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El pintor Juan Cordero con el concejal de Cultura de Lebrija, Pepe Martínez.
La Casa de los Pinelo, sede de la Real Academia de Bellas Artes Santa Isabel de Hungría de Sevilla, muestra actualmente hasta 17 obras del pintor lebrijano Juan Cordero Ruiz en una exposición titulada Una vida dedicada al arte, gracias al patrocinio del Instituto de la Cultura y las Artes de Sevilla (ICAS). Los 17 cuadros constituyen el resumen de 57 años de trabajo de Cordero, pues pertenecen a los años de su máxima producción (de 1950 a 2007). Como la exposición sevillana termina este próximo viernes 6 noviembre, el Ayuntamiento de la localidad natal de Cordero pretende llevarla a Lebrija, según ha declarado el concejal de Cultura, Patrimonio y Turismo, Pepe Martínez, tras visitar la retrospectiva de su paisano, de 91 años. “Sería rendirle un merecido homenaje”, ha dicho Martínez.
Juan Cordero nació en Lebrija y estudió Bellas Artes en Sevilla. Su primer empleo fue como profesor de Dibujo en el Instituto Laboral de aquella localidad, desde donde dio el salto a la Universidad Laboral de Córdoba y regresó a Sevilla para ejercer de profesor en la Universidad Laboral. Compaginó en aquellos años dicho trabajo con el de las clases en la Facultad de Ciencias, la Escuela Superior de Arquitectura Sevilla, el Colegio Claret y la Escuela de Bellas Artes, de la que llegó a ser catedrático, cátedra que obtuvo en la Escuela Superior de Bellas Artes de San Fernando en Madrid y que trasladó a Sevilla.
Cordero fue director de la Escuela sevillana, que después pasaría a ser Facultad, de la que llegaría a ser decano y de la que fue profesor emérito hasta casi los 70 años. Ahora, a sus 91, ejerce de académico tras dejar los pinceles hace cinco lustros.
Pintura figurativa
Artista de pintura figurativa, “no copista, ya que no trata de representar la realidad como una fotografía”, según indica él mismo, en todos sus cuadros trata de ir un poco más allá del objeto que representa. “Es figurativa con cierta carta de psicología del personaje o del espacio”, insiste. Nunca ha vendido un cuadro porque nunca entró en los circuitos mercantiles del arte. Siempre estuvo alejado de las galerías. Toda su obra pertenece a colecciones particulares o son donaciones. “Como no ha necesitado tener encargos ni depender de clientes, ha pintado siempre lo que ha querido, lo cual le ha dado gran libertad a la hora de pintar”, afirma el comisario de la muestra, Juan Carlos Cordero.