A todo hijo de vecino se le viene irremediablemente a la cabeza la imagen de un imponente tigre de bengala o de un suave panda gigante cuando le hablan de especies amenazadas. Ya saben, aquellas que por influjo del mayor depredador jamás conocido -es decir, usted, yo y todos los de nuestra especie humana- viven siempre en el alambre. De forma errónea, entendemos por fauna en extinción a esos animalitos que nos hacen más plácida la sobremesa en documentales rodados en lugares colosalmente remotos: un gorila de montaña por aquí, otra tortuga laúd por allí o nada menos que un oso polar. Nada más lejos de la realidad. A kilómetros del mismo sofá en el que reposa mientras ve paisajes de sabana, tundra o arrecifes de coral, viven otras especies, distintas, pero igualmente en tenguerengue. Son nuestros vecinos en extinción, 13 animales que, teniendo como hábitat permanente o temporal la provincia de Sevilla, cuentan por pocos los individuos que aún lo pueden contar.
La riqueza natural de la provincia de Sevilla, con características físicas y bióticas heterogéneas en un radio territorial disperso, es proclive a la generación de un sistema faunístico variado. Además de 13 especies en peligro, detalladas a continuación, en tierra sevillana viven otras 19 en situación vulnerable: aves, invertebrados e incluso varios tipos de murciélago. Ambas catalogaciones gozan de un especial estatus de protección que hace posible su pervivencia ante los muchos riesgos que las cercan: el desarrolo agrícola, la alteración de sus hábitats, tendidos eléctricos no adaptados al vuelo o la tan dañina presión urbanística. Sierras norte y sur, con frondosos bosques mediterráneos también presentes en otras masas forestales más cercanas a Doñana (Aznalcázar, La Puebla del Río y Villamanrique) o el valle de Guadalquivir y la porción de humedales del territorio sevillano son las moradas fundamentales de estas especies de tanto valor ecológico como escasez. Todos los esfuerzos son pocos en pos de evitar su desaparición.
LINCE IBÉRICO
Este emblemático espécimen es uno de los carnívoros más amenazados del mundo, encontrándose al máximo nivel de protección de la legislación internacional. Se estima una población total de 200 ejemplares, de los cuales, unos 20-25 individuos adultos habitan, de forma itinerante, áreas forestales limítrofes entre Sevilla y Huelva.
ÁGUILA IMPERIAL IBÉRICA
Esta especie endémica de la península es la rapaz más amenazada de Europa y una de las cuatro más escasas del planeta. Según la catalogación internacional, está en peligro crítico de extinción. El último censo localiza 500 parejas en toda la península y da esperanzas de recuperación. En Sevilla hay parejas reproductoras en la Sierra Norte y la Doñana sevillana.
GARCILLA CANGREJERA
Esta garza de tamaño mediano, asidua de humedales y extensiones de cultivo de arroz, ve amenazada su existencia por la degradación del ecosistema de marisma o la contaminación del agua. El núcleo más importante de Andalucía se ubica en Doñana.
CIGÜEÑA NEGRA
A diferencia de su pariente la cigüeña blanca, la negra no nidifica en zonas próximas al hombre, sino en bosques y sierras. El 85 por ciento de su población andaluza (250 ejemplares) vive en las marismas del Guadalquivir. También está presente en la Sierra Norte.
PORRÓN PARDO
Una especie anátida arisca y solitaria, ejemplo de cómo las desecciones de humedales han afectado gravemente a las aves. Se considera casi extinguida en toda la Península Ibérica, aunque existe un reducto en humedales de Guadalquivir. Es posiblemente la anátida más escasa de toda la fauna nacional.
ALIMOCHE COMÚN
Este ave de tamaño mediano está a medio camino entre las rapaces estrictamente carroñeras y las cazadoras. En Sevilla se localizan pocas parejas aisladas en la Sierra Norte y en el Valle del Guadalquivir.
FOCHA MORUNA
Anátida que muestra preferencia por humedales y que en Sevilla frecuenta las marismas del Guadalquivir. A principios de siglo hubo un incremento de población en Sevilla, pero desde entonces, y debido a la escasez de lluvias, está en retroceso.
CERCETA PARDILLA
Se registra la especie en muchos tipos de humedales, tanto naturales como artificiales. A pesar de que a finales del XIX era la anátida más común en las marismas del Guadalquivir, su población ha sufrido una merma considerable.
MALVASÍA CABECIBLANCA
Ha sufrido en los últimos años una regresión en la provincia, que la habita de forma sedentaria. Se puede apreciar en lagunas endorreicas como la de Don Melendo (Lebrija), la del Taraje (Las Cabezas de San Juan) o la del Gobierno (Lantejuela).
FUMAREL COMÚN
Muy escaso como reproductor en España y más abundante en los pasos migratorios -zonas templadas-, vive ocasionalmente en humedales, en la provincia, ubicados en las marismas.
MACROMIA SPLENDENS
Ocupa tramos medios de ríos amplios, y prefiere zonas soleadas con vegetación de ribera. Esta especie, endémica del sur de Francia y la península, ha sobrevivido a las glaciaciones. En la provincia solo está catalogada en Aznalcóllar.
SALINETE
Este pez reduce su presencia a la cuenca del Guadalquivir y sólo se tiene constancia de 10 a 15 poblaciones en grave peligro debido a la contaminación o especies foráneas. En Sevilla vive en arroyos de la zona Sur, en Lebrija, Montellano o Las Cabezas.
AVUTARDA COMÚN
El hábitat de esta especie es la estepa cerealista, las amplias llanuras de la Campiña. En Andalucía ha sufrido un declive histórico, reduciéndose su presencia en la provincia a esa comarca. En Sevilla se estiman unas 150 avutardas, siendo el eje Osuna-Écija el principal núcleo reproductor.