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Coronavirus

Los 10 pueblos sevillanos de los que (casi) se ha olvidado el COVID

Solo una decena de municipios puede presumir a estas alturas de tener una incidencia casi testimonial del coronavirus: Almensilla, Almadén de la Plata, Guadalcanal, La Luisiana, El Garrobo, El Madroño, entre otros.

Álvaro Romero @aromerobernal1 /
06 nov 2020 / 07:58 h - Actualizado: 06 nov 2020 / 08:02 h.
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En la provincia de Sevilla, cuya escalada en los contagios por COVID-19 está siendo tan preocupante en las últimas semanas, hay ya pueblos que no han tenido más remedio que sufrir una especial inmunización, como el caso de Casariche, un municipio de la Sierra Sur que con 5.500 habitantes alcanzó, hace poco más de un mes, la escandalosa tasa de 4.500 positivos por cada 100.000 habitantes, lo que obligó a la Junta a su confinamiento y a practicar allí cribados masivos. Hoy, en este pueblo donde solo se ha registrado un fallecido por culpa del coronavirus, esa tasa se sitúa en 311. Sin embargo, hay otros pueblos, la mayoría tan pequeños como Casariche o más, que parecen, de momento, haber despistado a la pandemia y sus tentáculos. Uno de ellos es incluso más populoso que Casariche: Almensilla, al sur del Aljarafe sevillano. Esta localidad de poco más de 6.000 vecinos presenta una tasa de positivos por cada de 100.000 habitantes de 32. En las últimas dos semanas se han registrado allí solo dos casos. Algo absolutamente testimonial para lo que está cayendo.

Pero es que hay pueblos en los que, a día de hoy, la dichosa tasa de los últimos 14 días está sorprendentemente a cero. Uno de ellos es el más pequeño de la provincia, El Madroño (278 habitantes), donde solo se ha registrado un caso en lo que llevamos de pandemia. Una rareza en el pueblo. Otros pueblos con la tasa también a cero son El Garrobo (800 habitantes), donde solo se han registrado tres casos contados de positivos, que sorprendieron a mediados de agosto; o El Real de la Jara (1.500 habitantes), donde los únicos ocho casos de positivos se dieron hace más de un mes, porque en las dos últimas semanas no ha habido siquiera incidencias.

Otras localidades en las que la pandemia ha parecido más bien un sucedáneo de la misma han sido Almadén de la Plata (1.300 habitantes), con una tasa actual de 73 y donde en los últimos 14 días solo se ha confirmado un caso, o Guadalcanal (2.600 habitantes), que mantiene una tasa de 114 con solo tres casos de positivos en las dos últimas semanas. Por supuesto, en estos municipios no ha habido ningún fallecido por COVID, como tampoco lo ha habido en La Puebla de los Infantes (3.000 habitantes), donde la tasa se sitúa en 133, El Ronquillo (1.400 habitantes), con una tasa de 146 y solo dos casos en los últimos 14 días, o Villanueva de San Juan (1.120 habitantes), donde con una tasa algo más alta (178) solo se han registrado dos casos en las dos últimas semanas. Hay incluso algún pueblo más grande, como La Luisiana (4.500 habitantes), tan cercano a la ya confinada Écija, donde la tasa es de 109. Nada que ver en todos estos casos con la media provincial, que roza ahora mismo los 600 casos por cada 100.000 habitantes, y por supuesto con esos 30 pueblos de los que ayer informaba este periódico cuyas tasas rozan o se han disparado ya por encima del 1.000. De hecho, la inmensa mayoría de los municipios sevillanos -70 de los 106-, hace ya días o semanas que superó aquella barrera psicológica y oficial de la tasa de 500 positivos por cada 100.000 habitantes.