La nueva señalización colocada en el entorno del parque de Oromana y Riberas del Guadaíra, que permite la circulación compartida entre ciclistas y senderistas, ha sido celebrada por el colectivo ciclista y por varios de los clubes de la localidad como medida regulatoria ante la normativa del Ayuntamiento de Alcalá de Guadaíra, que obligaba al colectivo a circular por el exterior de ambas zonas, echando a los usuarios de bicicletas a la carretera.
Después de un año de intentos de diálogos con el Ayuntamiento sin obtener ninguna solución, la movilización convocada por el colectivo ciclista para el 13 de noviembre consiguió que el Ayuntamiento se reuniera con ellos el pasado jueves y reconsiderara su postura, permitiendo el paso por parte de los caminos.
Medidas insuficientes
Llegada la hora propuesta para la movilización, se puso en conocimiento de los asistentes a la misma la actuación llevada a cabo por parte del Ayuntamiento y se realizó un recorrido por las Riberas del Guadaíra.
Desde la Asociación “A contramano” se celebra este cambio, considerándolo un avance importante, aunque insuficiente ya que, esta medida, no permite recorrer de forma continua ambas márgenes ni el acceso a ciertas zonas, teniendo que salir por caminos no acondicionados convenientemente para las bicis a las calles y carreteras para completar el recorrido.
“Esperamos que el Ayuntamiento de Alcalá escuche al colectivo ciclista y avance en una regulación racional del uso y tránsito por las riberas que permita el disfrute y la convivencia de ciclistas y peatones, conservando el atractivo que, hasta hace poco, tenía como destino o paso ciclista, cuya repercusión en la economía local se notaba en los bares y en los negocios relacionados con la bicicleta”.
Nuevas actuaciones
Este cambio por parte del Ayuntamiento de Alcalá viene unido a la aprobación, en junta de gobierno local, del inicio de la tramitación para la vía ciclista metropolitana por la Ribera del Guadaíra que llevará a unir el centro del municipio con la Universidad Pablo de Olavide (UPO) en un trazado de algo más de diez kilómetros y que, según ha explicado Ana Isabel Jiménez, alcaldesa de Alcalá de Guadaíra, “se trata de una plataforma reservada única que dentro de la movilidad sostenible, propicie mayor seguridad a los ciclistas, y tenga la posibilidad de ser usado para conectar también por este medio con los polígonos industriales».