-
Imagen de los niños consolando al compañero.
Muy a menudo nos topamos con imágenes que no corresponden con lo que se pretende. Concretamente asistimos con mucha frecuencia -más de la deseada- a espectáculos lamentables en campos de fútbol. Y lo que es peor, en partidos de niños. Todos hemos asistido o hemos visto por televisión bochornosas peleas, ya no solo sobre el verde, sino también en la grada. Entradas impropias de niños y agresiones desmedidas. Adultos que, con su comportamiento alientan a sus hijos a que cometan infracciones antideportivas contra rivales de su misma edad. Todo lo contrario a los valores que pretende transmitir el deporte.
Por eso, porque nuestros ojos se están mal acostumbrando a esas censurables imágenes, que ocurran hechos como el de este fin de semana en Las Navas de la Concepción invitan al optimismo. Nos hacen pensar que una parte de la población lo está haciendo bien y se está educando en valores a quienes mañana serán, a su vez, educadores.
Antes que nada, compañeros
Ocurrió en un lance del encuentro de benjamines entre Las Navas y El Pedroso. Nacho, jugador del equipo pedroseño tuvo la mala fortuna de introducir el balón en su propia portería. Este hecho, tan común entre profesionales, afectó e hizo entristecer al protagonista de la jornada, que no pudo reprimir las lágrimas. Sin embargo, ni sus compañeros, ni sus rivales estaban por la labor de que Nacho entristeciera por esa desafortunada jugada y acudieron raudos a abrazarle, consolarle y darle ánimos.
Los niños y niñas de Las Navas y El Pedroso dieron toda una lección a aquellos que piensan que el deporte, y en este caso el fútbol, es solo competición. Por encima de todo prima el compañerismo y la deportividad. Educar en deportes es hacerlo también en valores y en Las Navas de la Concepción y en El Pedroso saben mucho de ello.