Luis Chamizo, legado imborrable por los siglos de los siglos

Guadalcanal celebró este fin de semana los actos de clausura del centenario de la publicación de El miajón de los castúos, la obra insigne del poeta Luis Chamizo. Los actos contaron con la proyección de un cortometraje, una obra de teatro, una conferencia y un concierto. Además se descubrió un busto en honor del poeta en la Casa de la Cultura de Guadalcanal

31 oct 2021 / 11:35 h - Actualizado: 31 oct 2021 / 11:49 h.
  • Luis Chamizo, legado imborrable por los siglos de los siglos

Cuando alguien perece no nos abandona si su recuerdo sigue entre nosotros. Algo así ocurre en Guadalcanal Luis Chamizo y El miajón de los castúos. Chamizo falleció en 1945, pero su memoria persiste en esta localidad serrana, cuna de ilustres personajes y tierra de acogida de todo aquel que decidió asentarse y echar raíces aquí, como es este el caso. A esa memoria de Luis Chamizo contribuye a perserverla su maravilloso legado, tanto personal como profesional. Y dentro de este último tiene un lugar privilegiado su obra culmen.

No es por ello de extrañar que en este 2021 en el que se cumplen cien años de la publicación de tan insigne trabajo, su nombre haya sonado en Guadalcanal durante todo el año, teniendo una primera parada importante el pasado 14 de agosto, y una despedida por todo lo alto este 30 de octubre.

Y es que en este fin de semana ha tenido lugar la clausura de los actos del centenario de esta obra, El miajón de los castúos. Una obra que ensalza el sentir extremeño del poeta. No hay que olvidar que nació en Guareña (Badajoz) y que aunque asentado en Guadalcanal nunca olvidó sus orígenes. Una obra que, sobre todo, habla de la humildad de un pueblo que, ya sea el extremeño o el andaluz, nunca ha de olvidar su raíz. Una obra que, en esencia, a través del castúo, lleva a cabo una reivindicación del mundo rural.

Luis Chamizo, legado imborrable por los siglos de los siglos


Cine y teatro por Luis Chamizo

Para llevar esa esencia al pueblo, Guadalcanal preparó una serie de actos con los que dar por concluido el año que ha dedicado a Chamizo y su obra culmen. Para ello, el viernes se proyectó en el recién reformado Cine Teatro Municipal el cortometraje La nacencia. Una obra inspirada en uno de los doce poemas de El miajón de los Castúos y en la cual se recrea ese pasaje de la llegada al mundo de una criatura en mitad de la naturaleza. Nacer en la tierra.

La noche no se cerraría con la simple proyección del magnífico trabajo de Tutxi Rodríguez, sino que acto seguido se subió a las tablas el alumnado de la Escuela Municipal de Teatro de Guareña, bajo la dirección de Eva Romero, para representar la obra Besar la tierra. Todo un homenaje al propio Luis Chamizo y a la esencia del mundo rural a través de poemas de El miajón como Compuerta, La Juerza d'un queré, Consejos del tío Perico, El porqué de la cosa, La Nacencia, El Desconcierto y La viña del tinajero. Además en el desarrollo de la obra también hubo espacio para la música, dotando de esta a uno de los poemas y con referencias a otros extremeños insignes como el grupo Extremoduro.

Luis Chamizo, legado imborrable por los siglos de los siglos


Un busto en honor al poeta

La mañana del sábado, por su parte, comenzó en un escenario diferente, el Centro Cultural Antonio Miguel Rico León, que acogía en su seno el acto de presentación del busto dedicado a Luis Chamizo. Antes de que este acto tuviera lugar, el Delegado de Cultura del Ayuntamiento de Guadalcanal, Ignacio Gómez, tenía a bien hacer una importante comunicación. Y es que las esculturas que han compuesto durante estos últimos meses la exposición Versos de nogal, de Pedro Monago, se quedarán finalmente en Guadalcanal, gracias a la adquisición de las mismas por Salvador Isern y su posterior cesión al Ayuntamiento de la localidad. Una grata noticia que venía a preceder un emotivo acto como era el descubrimiento de ese busto que financiado por la propia familia del poeta, ayer presentes en el acto, habían encargado al mismo Pedro Monago.

Tras la primera y muy grata visión de dicho busto, que quedará expuesto también en Guadalcanal, el propio autor desveló el proceso y el material empleado para ello. Un material que le hará prevalecer en el tiempo, al igual que su legado. Antes de dar por finalizado el acto, tomaron la palabra, visiblemente emocionadas, las nietas de Luis Chamizo Marisol, Yolanda, Mariluz y María Luisa (estas dos últimas llegadas desde Italia, donde residen actualmente), quienes hablaron de la propia escultura, de la figura de su abuelo y del agradecimiento a todo aquel que ha hecho posible estos actos.

La voz de un experto

Otro de los actos centrales de la jornada del sábado tuvo lugar en el Centro de Interpretación de Santa Ana. Allí tendría lugar la conferencia de uno de los mayores conocedores y expertos de la obra de Luis Chamizo, Antonio Viudas Camarasa. Filólogo, investigador y científico, este aragonés de nacimiento pero extremeño de adopción ilustró a los presentes acerca de la figura de Luis Chamizo, de cómo llegó a su vida para estudiar su obra, de los elementos principales de esta y de lo mucho que Chamizo aportó a su tierra en particular y a la literatura en general. En un encuentro ameno y con la voz propia de un académico, Viudas Camarasa desveló rasgos del poeta que lo hacían muy singular, como su acercamiento a las clases humildes y su predilección por hacer llegar al mundo ese sentir rural y auténtico de su tierra, y siempre desde su religiosidad. Además, también confesó que, decididamente apartado ya de todo lo que rodeara a actos como este, fue convenientemente convencido por Ignacio Gómez. Algo de lo que tanto él como el pueblo de Guadalcanal y el de Guareña agradecieron enormemente.

Declamación poética

Aunque el plato fuerte fuera la conferencia de Viudas Camarasa, la jornada en Santa Ana también contó con otros emotivos momentos como el que desde Nápoles, y de la mano de María Vargas dedicaba una de las hijas de Luis Chamizo, María Virtudes Chamizo Cordo, quien se atrevería incluso a recitar de memoria una parte de La nacencia. La propia María Vargas, junto a Marco Sannino pondrían voz y música en otro vídeo a La juerza d´un queré, abriendo el acto en Santa Ana.

No podía faltar la declamación poética, y esta llegó con fuerza, inspiración y mucho cariño, de manos de Luis Chamizo Díez, nieto del poeta y que eligió el poema Compuerta; Javier Feijóo, La Nacencia; Joaquín Romero, Semana Santa en Guareña; y José Carlos Risco, La juerza d´un queré.

Antes de dar por finalizado el acto, las nietas de Luis Chamizo, Marisol Zelaya y María Victoria Chamizo procedieron a la presentación de los libros de sus respectivas madres, Vivencias y Senderos, respectivamente. Unas obras en las que ambas beben de la sapiencia, de los recuerdos y de la figura de su padre, Luis Chamizo.

Un concierto muy castúo

Los alcaldes de Guareña y Guadalcanal ponían fin al acto con sus intervenciones. Y aunque fuera el final de la jornada matutina, aún quedaba otro plato fuerte para la tarde, el concierto Música castúa para un centenario. Un concierto interpretado por la Banda de Música Ntra. Sra. de Guaditoca, de Guadalcanal, dirigido por Francisco Javier Carrasco y que contó con la colaboración de la Asociación Cultural y Folklórica El Castellar de Zafra (Badajoz). Un concierto, no podía ser de otra manera, dedicado a la cultura y el folclore extremeño en el que tuvo mucho que ver José Ignacio Caballero, Nacho. Actual subdirector de la Banda de Música Ntra. Sra. de Guaditoca, fue él el encargado de adaptar prácticamente todas las obras interpretadas en este concierto, pues no había nada escrito para banda y basándose en temas populares en su mayoría, el joven compositor hubo de adaptarlas para los instrumentos que deleitaron a los presentes con otro nuevo y emocionante concierto. Como sorpresa final, Nacho Caballero presentó una suite (o rapsodia como lo denominó él) denominada Por tierras extremeñas, compuesta por él, y que puso el broche final a una noche maravillosa y a unos actos que, a pesar de haberse clausurado este mismo 30 de octubre, perdurarán en el tiempo, pues como Chamizo echó raíces en Guadalcanal, su legado permanecerá inamovible durante años, o como su obra culmen, El miajón de los castúos por los siglos de los siglos.