Un estudio dirigido por el arqueólogo sevillano Sergio García-Dils ha desvelado que en La Campiña existió una ciudad romana hasta ahora desconocida, que tendría su epicentro en lo que hoy día es el término municipal Marchena.
Según se refleja en el estudio realizado por el arqueólogo, y publicado por la Universidad de Sevilla, y ha explicado el propio experto, el hallazgo se ha realizado en forma de inscripciones en latín grabadas en un pedestal, que forma parte de un convento ahora en ruinas, en el que se puede leer «hijo de Marco y de la tribu Galeria”.
La inscripción se encuentra en una piedra caliza, y García-Dils la ha ubicado a mediados del siglo I d.C., “en lo que se refiere a la cronología, el tipo de letra empleado, el material y la caliza micrítica” que es característica de los soportes epigráficos de época, además de supondría una “ciudad joven”, en los albores del siglo XX, cuya ubicación habría que precisar, porque “lo hallado es el pedestal, que se situaría en un lugar visible que no tendría que ser precisamente la propia ciudad”.
La base del monumento
Lo que se conserva es la base donde se colocaría la estatua de uno de los principales magistrados de esta ciudad romana, y confirmaría una urbe desconocida, a pocos kilómetros de la ciudad de Carmona, donde se encuentra uno de los conjuntos arqueológicos más importantes de España de esta época.
Sergio García-Dils ya localizó en su día otro pedestal colocado justo en la otra esquina del antiguo convento, y señala que la importancia del hallazgo radica en que se localizaría en “una ciudad con estatuto municipal, donde hubo como habitantes ciudadanos romanos de pleno derecho”, con «una especie de alcaldía colegiada y un sacerdocio civil romano”.
La inscripción documenta “que en una época muy temprana, una ciudad indígena se incorpora a la estructura del Imperio Romano”, ya que “unos 60 o 70 años después se generaliza que todas las ciudades medio grandes se convierten en municipios romanos, pero esta sería de una época muy temprana”.
Monumento a Marco Cornelio Fausto
El arqueólogo ha llegado a la conclusión de que el nuevo pedestal y la estatua que soportaba correspondían a Marco Cornelio Fausto, hijo de Marco, de la tribu Galeria, “que fuera augur y cuatorviro” de un municipio cuyo nombre no quedó grabado junto al suyo.
El pedestal se encuentra entre las ruinas del antiguo convento de Santa Eulalia, incluido en la Lista Roja del Patrimonio que elabora la Asociación Hispania Nostra, que ha alertado sobre el abandono de este monumento, que corre el riesgo de “derrumbarse y desaparecer”.
Fue fundado en 1366 por Don Juan, duque de Arcos, y fue el primer convento establecido en el término de Marchena, a unos cuatro kilómetros de la población.
Cuando se desalojó el convento en 1867, víctima de las desamortizaciones, algunas de sus imágenes y retablos pasaron a otros templos de la localidad, y posteriormente fue abandonado.
Varios siglos de trabajo
Conocido vulgarmente como Santa Olalla, el convento desarrolló su labor doctrinal durante varios siglos, llegando a poseer una extensa biblioteca de más de 4.000 libros (fue la mayor biblioteca de los franciscanos andaluces hasta su traslado a Santo Domingo durante la ocupación francesa). De allí partieron a evangelizar misioneros tan influyentes como Antonio de Marchena o Juan de Santorcaz. Este último fue pionero en la cristianización de las islas Canarias. También vivió allí Fray Luis de Bolaños, uno de los iniciadores del sistema de las reducciones en Paraguay y Argentina.
La Lista Roja del Patrimonio es una iniciativa de la Asociación Hispania Nostra, nacida en noviembre de 2007, con el fin dar a conocer y proteger aquella parte de nuestro Patrimonio cultural y natural que se encuentra en abandono y en peligro.
Recoge aquellos elementos del Patrimonio Histórico español que se encuentren sometidos a riesgo de desaparición o destrucción. También se vigila la posible alteración esencial de sus valores.
Criterios para entrar en la lista
Los criterios de inclusión en la Lista se basan en la importancia histórica y arquitectónica del elemento patrimonial en cuestión. Analiza el estado en que encuentra y en el riesgo que recaiga sobre él. Considera no sólo sus valores objetivos sino, principalmente, los subjetivos que la sociedad le otorgue, de conformidad con el significado más actual de Patrimonio.
La Lista Roja se elabora bajo supervisión de una comisión científica integrada por especialistas en la materia. Cuenta con monumentos de toda España.