La apertura de la calle San Pedro de Marchena tras las obras que han cambiado su fisonomía ha coincidido con una muestra fotográfica de Semana Santa que ha sacado a la calle una lista de fotos espectacular en gran formato.
Se trata de una exposición que permanecerá de cara al público hasta el Lunes de Pascua de Resurrección, organizada por el Ayuntamiento, en concreto desde su Delegación de Cultura, que dirige Víctor Montes.
Lo que se ha pretendido con esta iniciativa es acercar las cofradías a la calle, ya que esta edición, por segundo año consecutivo, no habrá pasos por Marchena, como en ninguna ciudad, debido a la pandemia.
La exposición se compone de 10 paneles dobles en los que se puede observar un total de 20 fotografías donde aparecen los titulares de las diferentes hermandades de Marchena, así como tres carteles anunciadores de la Semana Mayor marchenera. Ha sido posible gracias a la cesión de las imágenes por parte de fotógrafos locales.
Desde la Delegación de Cultura se ha agradecido su participación, así como la de todas las personas implicadas en la organización de esta exposición, abierta a que sea visitada por todos los vecinos cumpliendo las normas de seguridad sanitaria.
Un cambio total de cara al peatón
La calle donde se ubica la muestra, ha sido objeto de una intensa transformación en los últimos meses, dentro de un paquete de actuaciones en la localidad. El presupuesto contrato para las obras de las calles San Pedro y Santo Domingo ha ascendido a 317.983,19 euros, y se ha trabajado en conseguir fomentar la movilidad de tránsito frente al vehículo privado en los desplazamientos urbanos (que representan más del 50 % de los desplazamientos que se producen en el municipio).
De esta manera se facilita el acceso a los comercios y servicios públicos a pie mediante la reordenación y mejora del diseño urbano.
Para ello, en la calle San Pedro, se ha delimitado y señalizado todo el ámbito de actuación como área 30 mediante la reordenación del espacio urbano y la creación de una plataforma única. Ésta está dividida en cuatro zonas: una única vía para vehículos, y dos zonas a ambos lados para el paso de peatones.
Ahora es una zona donde tanto las aceras como el viario están al mismo nivel, contribuyendo a mejorar la accesibilidad del espacio público, y donde las zonas se delimitan mediante el uso de distintas materialidades de pavimento.