Marchena acogerá el próximo sábado una curiosa jornada cultural que tendrá a la antigua Roma como nexo para desarrollar una importante lista de actividades, en la que se espera la participación activa de los vecinos y de muchas personas que acudan a la localidad para esta cita.
Se trata de la I Jornada de Recreación Histórica Martia Romanorum, con la participación activa de la Asociación Legión IX Hispana Punta Umbría, una entidad que trabaja para difundir todos los aspectos del imperio romano con un realismo impresionante.
Con la colaboración de la Hermandad de la Soledad, se han programado actividades en horario de mañana y de tarde, con citas como pasacalles, desfiles, formaciones militares o combates de gladiadores.
Además, habrá una degustación de auténtica gastronomía romana, como otra de las citas programadas importantes.
Los que pondrán en marcha todo el dispositivo de actividades son una curiosa asociación, que tiene su origen en la pasión por Roma y su historia de un grupo de vecinos Punta Umbría. Forman una asociación que fundada hace cuatro años.
Como recreadores de una época delimitada en la Roma del siglo II después de Cristo, no solo se limitan a participar o acudir a eventos donde se recrea, o como más bien a ellos les gusta definirlo, donde se «vive» la vida militar y civil de la antigua Roma, sino que llevan su pasión más allá, divulgando una cultura con muchos matices importantes.
Todas las actividades se desarrollarán en las explanadas de Santa María, donde el sábado a primera hora ya se podrá ver la creciente actividad.
La alcaldesa del municipio, María del Mar Romero, ha felicitado a todos los que intervienen en la organización, y ha recordado que hay tres vecinos de Marchena que forman parte de la legión, que han sido claves para que este importante evento llegue a la localidad sevillana.
La Legio IX Hispana (Novena legión «hispana»), también llamada Legio IX Hispana Macedonia Victrix), fue una legión romana creada a mediados del siglo I a. C., junto con la VI, la VII y VIII por Pompeyo en el año 65 a. C.
César la dirigió por vez primera como gobernador de la Hispania Ulterior en el 61 a. C. Se la llevó a la Galia alrededor del año 58 a. C., donde estuvieron presentes durante toda la guerra de las Galias. Se desconoce cuál era su estandarte, aunque posiblemente fuera un toro, como otras legiones cesarianas.
No hay referencias históricas sobre su desaparición en un año exacto, aunque se sane que estuvo acuartelada al menos hasta 132 d. C., cuando fue enviada a Oriente. Tras esa fecha, se pierde su rastro, por lo que se cree que pudo ser diezmada o aniquilada.