Mari Carmen Espada pone fin a la interinidad del PP de Dos Hermanas

Los populares nazarenos la designan por unanimidad presidenta del partido. «Seremos el altavoz de los nazarenos», reivindica la también portavoz local

18 jun 2018 / 21:21 h - Actualizado: 18 jun 2018 / 23:03 h.
  • Espada recibe la felicitación de Virginia Pérez durante el congreso local celebrado el pasado domingo en Dos Hermanas. / F.G.
    Espada recibe la felicitación de Virginia Pérez durante el congreso local celebrado el pasado domingo en Dos Hermanas. / F.G.

Mari Carmen Espada se convirtió, como estaba previsto, en la nueva presidenta del PP de Dos Hermanas, con lo que se culminaba un largo proceso, que ha contado en estos tres últimos años con una gestora y que ha vivido muchas vicisitudes internas, pero que «inicia una nueva etapa», para lo cual pidió «unidad y trabajo de todos».

El camino que ahora finaliza ha pasado por distintas etapas, y no siempre especialmente buenas, que ha llevado a un partido que llegó a contar con nueve concejales tras las elecciones municipales de 2011 –su mayor registro en las urnas de Dos Hermanas–, en la segunda etapa que comandó el empresario nazareno Manuel Alcocer, a sufrir una debacle en su intento de presentarse en 2015 con una cara nueva, la de la joven abogada Cristina Alonso, pero que –al contrario de lo que pasó en las municipales de 2011–, se vio arrastrada por la misma crisis que hundió anteriormente a Zapatero al socialismo y por la aparición de partidos entonces emergentes como Podemos o Ciudadanos.

El Grupo Popular en el Ayuntamiento nazareno se quedó entonces reducido a cuatro ediles, dos de los cuales ya no se encuentran en el mismo tras una serie de enfrentamientos personales: primero se produjo la salida de Alonso tras unas disputas internas con Luis Paniagua y Mari Carmen Espada a cuentas del liderazgo, y luego la de Luis Gómez, venido a menos después de que denunciara irregularidades en el proceso de primarias que llevó a Virginia Pérez a la presidencia del PP de Sevilla en detrimento de Juan Bueno –en cuya corriente se encontraba incluido–, y de que a partir de ahí surgiera otro choque con Paniagua y Espada, ambos claramente posicionados con la vencedora.

Por medio ha habido incluso, además de cruces de declaraciones, denuncias que han llegado a los juzgados, y a crear un malestar general en una parte importante de la militancia nazarena, algunos de los cuales han llegado a ser expulsados y otros a abandonarlo voluntariamente. Y, además, todo se vio agravado por la salida en 2016 de la Presidencia del partido de Alcocer y la constitución de una gestora, que ha comandado sin prisas Virginia Pérez hasta el domingo, manteniendo al partido en Dos Hermanas al ralentí.

Pero algún día tenía que llegar el cambio, y este se produjo el domingo con la elección de Espada, actual portavoz del PP, quien estuvo avalada durante la celebración del Congreso local por la cúpula del PP de Sevilla, encabezada por la propia Virginia Pérez. «Iniciamos a partir de este momento una nueva etapa», aseguró Espada durante sus primeras palabras ya como presidenta del PP de Dos Hermanas, cerrando al tortuoso camino recorrido con anterioridad.

El mismo optimismo trasladó Virginia Pérez, eso sí, sin antes enviar un mensaje de unidad y reducir a «meros ruidos» todo lo que envolvió al PP de Dos Hermanas, asegurando sentirse «orgullosa» de todos los militantes nazarenos y de la propia Espada, de quien dijo: «¡Qué paciencia, qué templanza, qué saber estar y qué forma de mantener el tipo en un momento tan complicado, y haciéndolo tan bien que le auguro un brillante futuro!».

La nueva presidenta, que fue elegida de forma mayoritaria por los 86 militantes del congreso local, aseguró que era el momento de emprender un camino que les debía conducir a gobernar en Dos Hermanas «dando respuesta a todos los nazarenos» en torno a los asuntos que les preocupan: «El desempleo, la falta de infraestructuras y seguridad, el transporte, el abandono del tejido industrial..., resultado de muchos años de Toscano». Espada afirmó que la esta etapa arranca con «un proyecto más plural, más cercano, más valiente, más reivindicativo, y todo frente a un alcalde de Dos Hermanas acomodado y una presidenta de la Junta ausente», presentándose como «la voz y el altavoz» de los nazarenos, reivindicando de nuevo el tranvía hasta el casco urbano, el soterramiento de la autovía de Utrera, la finalización del desdoble de la A-392, un plan de climatización de los colegios y la retirada del amianto de los centros escolares.