«Me cuidan, pero no puedo abrazar a mis seres queridos»

Carmen es una de las 800 enfermas de ELA en Andalucía, y sus compañeros del Ateneo de Mairena del Aljarafe le han rendido un homenaje, que se extiende a todos los que sufren esta enfermedad

22 jun 2022 / 10:49 h - Actualizado: 22 jun 2022 / 11:05 h.
  • La presidenta del Ateneo, Magdalena Romero, en la apertura del acto.
    La presidenta del Ateneo, Magdalena Romero, en la apertura del acto.

Seguramente, la Esclerosis Lateral Amiotrófica (ELA) borre algún día la sonrisa de Carmen García Holgado, pero por ahora no puede. Carmen se plantaba anoche en la sede del Ateneo de Mairena del Aljarafe para que ponerle imagen a una realidad: la enfermedad no tiene cura, pero tampoco se está haciendo todo lo posible para ayudar a los enfermos.

Carmen lo explicaba con ayuda de un texto escrito por ella y leído por otra persona. “A día de hoy, el tratamiento alarga la vida de dos a cuatro meses”. Es una dura realidad que en hospitales como el Virgen del Rocío se intenta solventar con un trabajo humano impresionante, pero que no es suficiente.

Es cierto que Carmen tiene los mejores cuidados, y una sonrisa que ilumina una sala. Y un grupo de amigos que son un capital que poca gente puede atesorar. Pero también es verdad que ni los mejores cuidadores pueden hacer que consiga abrazar a sus seres queridos, y esa es otra realidad de una enfermedad que se le comenzó a manifestar con problemas en el brazo.

Por encima del arcoíris

Pero ahí está Carmen, pletórica de ganas de que, al igual que Juan Carlos Unzué, su ejemplo sirva para que los enfermos no se vengan abajo. Y lo hace escuchando como uno de sus amigos toca en el chelo ‘Over the rainbow’, la canción que Judy Garland musitaba en ‘El mago de Oz’, y cuya letra es toda una alegoría a la pelea de Carmen: “Algún día desearé, sobre una estrella, despertar donde las nubes están bien por debajo de mí, donde los problemas se deshacen como gotas de limón”.

«Me cuidan, pero no puedo abrazar a mis seres queridos»
El cuadro ‘La cuchara del Ateneo’, pintado por la propia Carmen García Holgado.

El homenaje se celebra en una de las dos salas principales del Ateneo de Mairena. En la otra, vacía mientras todo el mundo la rodea, se puede ver un cuadro llamado ‘La cuchara del Ateneo’. Lo pintó ella misma, y muestra a algunos miembros de esta institución en un almuerzo de hermandad. Es una de las joyas en las paredes de la sala, donde centenares de libros permiten disfrutar de la lectura en el silencio de que lo que hace años era un colegio con dos clases, una para niños y otra para niñas.

Verde esperanza

«Me cuidan, pero no puedo abrazar a mis seres queridos»
Fachada principal del Ateneo de Mairena iluminada de verde.

Y mientras el homenaje se desarrolla, y Carmen aplaude con la sonrisa, la fachada principal del Ateneo se ilumina de verde. Es el color que simboliza la lucha contra esta enfermedad. Un leve paseo por la noche mairenense desde el Ateneo permite llegar hasta el Ayuntamiento, también iluminado del mismo color.

La pelea no acabará mañana, pero acabará, y algún día la ELA será solo un recuerdo, el recuerdo de gente como Carmen, la mujer que un 21 de junio reunió en torno a ella tanto cariño como rayos de sol permiten que se forme el arcoíris.