Los vecinos del barrio camero de Coca de la Piñera se están movilizando para paralizar el cierre de la oficina que tiene CaixaBank en la barriada y que, además, es la única sucursal bancaria que hay en la zona.
Carmen Toro Ramos es la propietaria de una tienda de alimentación de Coca de la Piñera y es la vecina que está encabezando esta protesta. Explica que la entidad financiera ha ido informando a sus clientes, pero se queja de que no ha sido demasiado clara, porque la comunicación que ha realizado ha sido escasa. Pone como ejemplo que ella se fue de vacaciones en agosto y que ha sido al regreso de su descanso cuando se ha enterado de que la clausura de la oficina está prevista para el próximo 19 de septiembre.
Carmen manifiesta que en Coca de la Piñera hay unas 500 casas y unos 2.000 vecinos, muchos de ellos de avanzada edad, que son los que más van a sufrir esta clausura. Asegura que muchos ya están preguntado dónde van a poder cobrar su pensión, puesto que las oficinas bancarias más cercanas se encuentran algo alejadas de la barriada para poder ir andando.
Para intentar que CaixaBank no lleve a cabo el cierre de la oficina, esta comerciante también se está movilizando en las redes sociales, pero de momento no ha recibido ninguna respuesta de la entidad financiera.
Por su parte, desde CaixaBank informan de que la clausura de esa sucursal se debe a las «necesidades del negocio» y aseguran que la entidad considera que las oficinas son el principal canal para prestar el servicio a los clientes. De hecho, destacan que en España tienen un total de 5.525 sucursales, en todos los municipios de más de 10.000 habitantes y en el 93 por ciento de los de más de 5.000 vecinos.
Además, señalan que en el caso concreto de Coca de la Piñera se está estudiando la posibilidad de dejar activo un cajero automático para que sus clientes puedan realizan las gestiones bancarias más usuales y, de este modo, no dejarles sin servicio.
No obstante, fuentes oficiales de CaixaBank manifiestan que cerca de Coca de la Piñera hay oficinas de la entidad que están próximas: en Tomares y en Castilleja de la Cuesta, sucursal a la que serán trasladados los trabajadores de la barriada de Camas. Estas mismas fuentes admiten que para algunos clientes el cierre puede ser un problema pero reiteran que para evitarlo se está estudiando mantener un cajero.