Mujeres rurales, maestras por un día en Los Palacios

El colegio público Palenque invita a tres palaciegas para enseñarles a los más pequeños que también las mujeres pueden sembrar y recolectar algodón, ser ingenieras o criar gallinas, aunque tradicionalmente les contaran que eran “cosas de hombres”

Mujeres rurales, maestras por un día en Los Palacios

Mujeres rurales, maestras por un día en Los Palacios / Álvaro Romero

Álvaro Romero

El día de la Mujer Rural, que se celebra en la jornada de cada 15 de octubre, establecido así en el calendario internacional de la ONU desde hace ahora 15 años, puede pasar como otra efeméride más de la que los más pequeños, el futuro real de la sociedad, ni se enteran, o se enteran solo por un apartado del libro. En el único colegio de Los Palacios y Villafranca que no lleva nombre de personaje sino del lugar en el que los agricultores (entonces menos agricultoras) comercializaban sus productos hace muchas décadas, el Palenque, la coordinadora del llamado Plan de Igualdad, Almudena Jiménez, ha conseguido este año que el alumnado de Infantil y Primaria entrevista a tres mujeres del pueblo “que sustentan, junto con otras muchas, las raíces de nuestra tierra”.

En este sentido, cada ciclo ha trabajado la entrevista a una palaciega de las tres que han acudido hoy a las clases para, con las respuestas de su propia experiencia laboral, ejercer de docente y demostrar no solo la igualdad entre mujeres y hombres en un ámbito tradicionalmente tan masculinizado como el del campo, sino profundizar asimismo en la cultura del emprendimiento y en esa competencia tan básica que es aprender a aprender. Aprender haciendo.

La algarabía de los chicos se fue diluyendo esta mañana en cuanto cada una de estas mujeres tomaba la palabra, porque el alumnado veía enseguida que no venían a enseñarles lo que decían los libros, sino lo que contaban sus propias manos después de tantos años. Así, a los más pequeños se dirigió María José Zambrano, que lleva toda su vida cultivando y gestionando su propio invernadero. María José cría gallinas y ha creado, además, su propia incubadora. La emprendedora palaciega no solo explicó todo lo relacionado con el cultivo de habas, sino que se ha comprometido con el cole para reactivar su huerto escolar.

El alumnado de 3º y 4º de Primaria entrevistó, por su parte, a la ingeniera técnica agrícola Eva Valiño Pérez, que lleva casi un cuarto de siglo trabajando en la mayor cooperativa del pueblo, la de Las Nieves, como “médica del campo”, como ella misma les dijo a los estudiantes. Su función en la cooperativa, en rigor, consiste en gestionar el almacén fitosanitario y asesorar a los agricultores sobre las plagas a las que se enfrentan sus cultivos, pero también relató cómo ha tenido que lidiar con los micromachismos que no le han impedido, sin embargo, cumplir con el sueño de ejercer en lo que ha deseado.

También a Cristina Martínez Sánchez, otra ingeniera que se dejó entrevistar por los chicos del tercer ciclo, le decían siempre que su trabajo era “cosa de hombres”, pero hoy es una mujer referente en el mundo rural de la comarca. Los estudios de Cristina –Grado en Ingeniería Agronómica y un máster en Sanidad Vegetal- son los que le han permitido completar su larga carrera, primero como analista del laboratorio de control de calidad en Monsanto, luego como técnico en la Cooperativa de Las Cabezas y últimamente haciendo tareas de administración y logística en la empresa Guadalsem.

Según la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura, más conocida como la FAO, si las mujeres rurales tuvieran el mismo acceso que los hombres a los recursos, la producción agrícola en los países en desarrollo aumentaría entre 2,5 y 4% y el número de personas desnutridas en el mundo disminuiría aproximadamente entre un 12% y un 17%.

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