Música por 200 litros de leche para Cáritas

El compositor alcalareño Juan Manuel Velázquez inicia una medida solidaria: composiciones a cambio de donaciones

21 ago 2017 / 12:04 h - Actualizado: 21 ago 2017 / 12:06 h.
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  • Concierto benéfico que ofreció Juan Manuel Velázquez en febrero. / Andrés Alfonso Quiles
    Concierto benéfico que ofreció Juan Manuel Velázquez en febrero. / Andrés Alfonso Quiles

El alcalareño Juan Manuel Velázquez es músico, director, compositor y, sobre todo, solidario. Vive la música como una forma de entrega de sí mismo y hacia los demás. Por ello, una tras otra, encadena propuestas en las que el fin siempre es benéfico. La última de ellas ha comenzado de una forma muy sencilla y lanzada a través de su perfil personal de Facebook: «Ofrezco mi música por 200 litros de leche para Cáritas».

«Lo único que tengo es la música, dependo de mí solo, sin respaldo de ninguna banda. Por ello he pensado ofrecer mi música a cambio de que el que la reciba ayude a alguien», explica. «Jamás he pedido nada por ninguna composición y voy a seguir sin cobrar. A quien quiera la composición no le va a suponer un desembolso excesivo –exclusivamente los 200 litros de leche– y va a servir para ayudar a gente que le hace falta».

La interesante iniciativa está teniendo resultados, pues la hermandad de la Vera-Cruz de Hinojos ya se ha interesado para ser la receptora de una nueva marcha. Todo ha sido tan rápido que «aún no he tenido tiempo de hablar siquiera con Cáritas. La donación iría para la de Alcalá del Río, o en su defecto para Cáritas Diocesana».

«Poco importa el destino cuando tanta gente recurre a la institución para cubrir sus necesidades básicas de alimentación», dice.

Y es que Juan Manuel desborda un carácter desprendido, pues esta no es la primera acción benéfica que lleva a cabo. Entre 2015 y 2016 grabó y editó un disco con 13 de sus composiciones, interpretado por la banda de Burguillos y sufragado mediante colaboración de comercios y entidades bancarias. Los beneficios –5.000 euros– y los derechos de autor de todas las marchas fueron cedidos a Andex.

El pasado mes de febrero consiguió reunir una orquesta compuesta por 80 músicos de varias bandas, con la que ofreció un concierto en la parroquia alcalareña, que recaudó 1.400 euros y fueron donados a Autismo Sevilla. Y como coautor del libro Como dirigir sin usar las manos, cedió sus derechos a Unicef.

Ahora continúa su línea solidaria como compositor. «No me limito. Componer me encanta, marchas o lo que pidan, y si salen algunas más no habría inconvenientes». Aunque tampoco puede hacerlo de forma mecánica: «En primer lugar me tiene que llegar y llenar la imagen. Luego me informo sobre la idiosincrasia de la hermandad. A raíz de ahí, voy escribiendo lo que la imagen me va sugiriendo».

Cuenta en su haber con más de 40 composiciones, entre las que se encuentran marchas procesionales y de pasacalles, pasodobles, himnos, música sacra y hasta una misa de réquiem.

Las cuatro hermandades de Alcalá del Río –Buen Fin, Jesús, Vera-Cruz y Soledad– poseen marchas suyas, además del patrón San Gregorio de Osset y el propio pueblo, el pasodoble Alcalá del Río.

La Macarena, los Gitanos, Buen Fin o San Roque en Sevilla; Burguillos, La Algaba, Gerena e incluso Huelva, Jaén y Cádiz poseen marchas de Velázquez. Aunque todas son especiales, «de las que he compuesto para mi pueblo es de las que más orgulloso me siento».

Nacido en la Nochebuena de 1978, se inicia en la música con tan solo 11 años. Profesor de trompeta por el conservatorio Cristóbal de Morales de Sevilla, es además licenciado en dirección de orquesta y banda por la Royal School of Music de Londres.

Su trayectoria es larga, y prácticamente unida a la música sacra y procesional. Integrante de bandas como Nuestra Señora del Valle de Burguillos, Cruz Roja de Sevilla y Nieves de Olivares, ha sido músico invitado en La Oliva de Salteras, Municipal de Guillena y Las Cigarreras de Sevilla. Director de la coral polifónica y del coro infantil de su hermandad de la Vera-Cruz de Alcalá del Río hasta 2009 y 2012 respectivamente, es también organista del coro de Nuestra Señora del Rosario de Carrión de los Céspedes. Subdirector de la Banda de Nuestra Señora de las Nieves de Olivares entre 2005 y 2010, y director de la de Nuestra Señora del Valle de Burguillos entre 2012 y 2016, integra el cuarteto de cámara Circunstantiae y ejerce como profesor de lenguaje musical, trompeta y piano en el aula de música municipal de Alcalá del Río.

Su profesionalidad, su dedicación –y por qué no, su personalidad generosa– han sido distinguidas con la medalla de oro de la hermandad de las Tres Caídas de Jerez. Y como profeta en su tierra, a pesar de lo que refiere el dicho, fue galardonado con el Premio Vive de la Cultura en 2016, otorgado por el Ayuntamiento de Alcalá del Río.

Su experiencia vital –una larga enfermedad en la familia– ha determinado su interés por las causas benéficas. Lejos de las bandas en la actualidad –«me fui por ser honesto y consecuente. No puedo estar en un sitio donde no siento ilusión»– sigue haciendo de la música su lenguaje: «Me llena muchísimo, es la forma que tengo de expresarme. Soy un poco tímido y con ella muestro lo que siento».

Y siempre con la humildad de quedarse en segundo lugar, dando con la música el protagonismo a quien sufre o lo necesita: «Si puedo poner lo que hago al servicio y beneficio de los demás, mejor».