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El socialista Rodrigo Rodríguez Hans, durante su entrevista con El Correo de Andalucía. / M. R.
Antes que alcalde fue durante cuatro años concejal de Urbanismo y Vivienda y portavoz del grupo socialista. Joven pero con experiencia.
—La que he podido adquirir. No es que tenga demasiada en nada pero he estado muy vinculado desde 2009 a todos los movimientos y colectivos sociales de mi pueblo.
—¿Y cómo lleva ser el alcalde más joven de la provincia?
—No lo tomo como un condicionante ni como algo especial. Quizá tengo más ilusión, más ganas de trabajar y una visión de funcionamiento en equipo, pero no sé si por la edad o por la forma de trabajar. Aunque la figura del alcalde tiene una representación muy importante, creo que la labor de conjunto es fundamental y el trabajo y las decisiones deben tomarse en equipo porque se alcanzan más objetivos.
—¿Y usted sería el arquitecto del equipo?
—Puede ser que me sirva esa formación para eso, para coordinar, organizar y ser capaz de que toda la maquinaria funcione.
—¿El proyecto más ambicioso que tiene entre manos es el PGOU?
—El Plan General viene a consolidar. Sirve para reorganizar y reordenar lo que tenemos y llegar a una normativa que pueda utilizarse en el día a día. No se pretenden grandes crecimientos urbanísticos porque no es el momento. Había que cerrar lo que ya tenemos y todo lo que va pegado a esa ordenación. Toda la normativa, porque las normas subsidiarias que teníamos eran muy antiguas. Hemos reunido todo eso, todos los planes parciales, y los hemos unificado y establecido unas normas realistas y lo más simples posible para la realidad de un pueblo pequeño como este.
—Vamos a la vida política. No tiene usted oposición. Tienen 11 concejales de 11.
—Es algo circunstancial. No me atrevo a decir que estamos representando al 100 por cien de los ciudadanos. No creo que sea así. Y creo que por eso tendremos que esforzarnos más. Vamos a aprobar un reglamento de participación ciudadana y a articular los instrumentos para que tanto los colectivos locales como a título individual, todo el que aporte a lo común, pueda elevar propuestas al pleno y esa participación sea activa. Porque creo que la participación es fundamental. No tenemos otra que, si somos pocos, estar unidos y dar la palabra a los colectivos.
—¿Cañada es un pueblo que participa mucho en la vida social?
—Siempre ha sido así. El trabajo colectivo es la mayor seña de identidad del pueblo, que siempre ha sabido unirse, trabajar juntos dejando de lado las diferencias, es un pueblo que ha sabido ponerse de acuerdo. Al alcanzar los objetivos en unión, se entienden como propios.
—Hablemos de futuro. Están a punto de cumplirse los 250 años de la promulgación del Fuero de las Nuevas Poblaciones.
—Otra de las señas de identidad de Cañada es la cultura. En el aniversario, que se conmemora en 2017 y 2018, estamos trabajando desde hace meses todos los ayuntamientos implicados, elaborando un programa de actos común al más alto nivel. Pero, además, nosotros tenemos la intención este verano de crear una comisión local propia para plantear actos que llevaremos a cabo de forma particular en nuestro pueblo.
—¿Qué actos?
—Uno es el congreso internacional de nuevas poblaciones. Y queremos trabajar en un proyecto documental que no sea solo para eruditos en Historia, sino que llegue a todo el mundo. También pondremos en valor nuestros orígenes, como llevamos haciendo muchos años, pero de forma más práctica, relacionando el tejido empresarial local con empresas de los países de los que procedemos, especialmente Alemania. Creo que somos el único ayuntamiento de España que pertenece a la Cámara de Comercio de Alemania. Además, tenemos que potenciar aún más nuestra fiesta de los Huevos Pintaos, y que se declare fiesta de interés turístico de Andalucía. Por ahí queremos trabajar. Por poner en valor nuestros orígenes de una forma práctica, con un intercambio que debemos impulsar y que no se pierda, con un contacto directo de la Cañada Rosal de hoy con la Alemania de hoy, con Austria, con Suiza, con los Países Bajos y el norte de Italia.