«Nuestro reto personal era encontrar a Jorge»

El contingente ‘México 17’ de la UME llega a la base aérea de Morón de la Frontera tras 15 días de trabajo en el país azteca y recibido entre abrazos, aplausos y alguna bandera española

María Montiel marmondua /
05 oct 2017 / 15:46 h - Actualizado: 05 oct 2017 / 18:07 h.
"Antonio Sanz"
  • Un militar de la UME se abraza con su hijo nada más salir del avión procedente de México. / M.M.
    Un militar de la UME se abraza con su hijo nada más salir del avión procedente de México. / M.M.
  • Un militar es levantado a hombros por su familia. / M.M.
    Un militar es levantado a hombros por su familia. / M.M.

Entre aplausos de los familiares presentes en la pista, aterrizaba el avión procedente de México con los militares desplazados hasta el país azteca para colaborar en las labores de búsqueda y rescate tras en el terremoto que sacudió el país el pasado 19 de septiembre. Había nervios en la base aérea de Morón de la Frontera esperando los 54 militares que hace 17 días partían para unirse en las arduas tareas. A raíz del ofrecimiento realizado por las autoridades españolas, la Unidad Militar de Emergencia marchaba a México con material técnico así como cuatro perros –dos pastores alemanes y dos belgas– que componen el equipo cinológico.

Durante los últimos diez días han estado a las órdenes de la dirección de emergencias, quien les asignó un edificio en la calle Álvaro Obregón, lugar donde trabajaba el español Jorge Gómez Varo. Allí han estado codo con codo con los equipos de bomberos de México, Japón, EEUU e Israel. Aunque la mayoría de los países extranjeros regresaron a su lugar de origen, la UME permaneció junto con los bomberos de México, ya que «nos marcamos como reto personal encontrar el cadáver de Jorge» cuentan algunos militares.

Después de varias semanas de intensa actividad, se ha dado por finalizado el trabajo especializado de búsqueda, por lo que la Unidad Militar ha regresado a España entre abrazos emocionados de las familias que en la mañana del jueves aguardaban su llegada.

Juan Manuel no para de ondear la bandera de España mientras su mujer le señala las luces del avión del ejército del aire con los militares. Está emocionado, ya que ha pasado días de mucha angustia al tener a su hijo lejos «y más con las condiciones tan complicadas de aquel país donde podía haber alguna réplica en cualquier momento», explica mientras detrás Rocío espera a su hermano Pedro. Viste una camiseta bajo el eslogan de fuerza México con fotografías. Cuenta que tienen «un grupo a través de móvil para estar unidos y hemos pensado hacer camisetas con imágenes bonitas de ellos».

Aterriza el avión y, mientras van bajando, aumentan los nervios de las familias que está deseando abrazarlos. Los pequeños no pueden aguantar el protocolo y corren en brazos de sus padres antes de que finalice el acto con la presencia del delegado del Gobierno en Andalucía, Antonio Sanz.

Llega la hora de abrazar a la familia y relatar lo vivido en México. El comandante Álvaro Martín detalla las «difíciles condiciones porque el edificio estaba colapsado, lo que supuso tareas intensas día y noche». Pese a la dureza, Martín recuerda también algunos momentos emotivos como cuando «españoles y empresas españolas, de manera desinteresada, nos ofrecieron comida, materiales y agua, para que pudiéramos continuar». Por su lado, ha mandado también todo el cariño a la familia de Jorge «ya que ha estado con nosotros en todo momento». De su cabeza tampoco se marcha y late muy presente el recuerdo del pueblo mexicano por su «capacidad de sobreponerse a la adversidad».

Mientras, está con sus padres Rubén Vázquez, quien explica que es la primera labor de emergencia que realiza fuera de España. Quince días muy intensos, en los que se queda con «el acogimiento del pueblo mexicano. En todo momento es lo que te da fuerza para trabajar». Alonso abraza a sus pequeñas Carla y Elsa. Aunque ellas están acostumbradas a que «papi esté fuera», para él, estos momentos, «me da la fuerza para continuar».

Nancy Larios lleva siete años en la UME y ya estuvo anteriormente en el terremoto de Lorca. Le ha impresionado «la gente de México, que nos han tratado como si fuésemos familia». A pesar de que durante día y noche han trabajado en este edificio donde han podido rescatar 40 cuerpos, en su recuerdo quedará el cariño que han tenido en todo momento.

Daba la bienvenida al Contingente México 17 el delegado del Gobierno en Andalucía, Antonio Sanz, quien destacó que «tenían una unidad de élite, única y ejemplar reconocida internacionalmente». Además, ha señalado que son «ejemplo de superación ya que sacrifican su vida por los que más lo necesitan». Por su lado, el teniente general jefe de la UME, Miguel Alcañiz, alababa la labor realizada por los efectivos ya que «habéis dado lección de marca España». Además le avanzaba que acababa de recibir una llamada del Rey para felicitarlos con «efusividad, manifestándome que está orgulloso de la UME».

De los 54 efectivos que partieron, 47 corresponden al equipo USAR pertenecen al II batallón de Intervención en Emergencias, con sede en la Base Aérea de Morón. El resto lo forman personal de logística, sanidad, comunicación pública y transmisiones, entre estos últimos dos efectivos del Ejército de Tierra.