Un año más y van tres seguidos, Ecologistas en Acción ha detectado y denuncia ante la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir y la Delegación Territorial de la Consejería de Agricultura y Desarrollo Sostenible un vertido con depuración insuficiente al cauce del Arroyo de la Cigüeña, tributario del río Guadiamar en la zona de Entremuros, dentro del Espacio Natural Doñana, procedente de la depuradora Guadiamar II, sita en Villamanrique y que recibe las aguas residuales del citado municipio y de el de Pilas.
El hecho es que, a poco que llueve, la depuradora empieza a tener problemas de depuración por la llegada a la misma de efluentes que destruyen los lechos biológicos encargados de la depuración de las aguas residuales urbanas, ya que no sobreviven a las elevadas concentraciones de lejía y salmuera presentes en las aguas negras procedentes de las aceituneras, de las que presuntamente procederían estas aguas.
Esto se traduce en una paralización de la depuradora, que tarda semanas en ser puesta adecuadamente en funcionamiento y recuperar sus funciones, tiempo durante el cual se produce el vertido continuo de sus aguas sin depurar al Arroyo de La Cigüeña, llegando a Doñana en 2 kilómetros escasos de recorrido, entrando en el Espacio Natural por la zona de Entremuros, pasando fácilmente de aquí a la marisma del Parque Nacional por el Caño Travieso.