Para sentirse como en casa

Las cocinas de los hospitales, las prisiones y las residencias de mayores se afanan con el objetivo de que sus usuarios disfruten de los manjares de la Navidad

23 dic 2016 / 21:01 h - Actualizado: 23 dic 2016 / 21:02 h.
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  • Mayores en una residencia. / Javier Díaz
    Mayores en una residencia. / Javier Díaz
  • Instalaciones de Sevilla I.
    Instalaciones de Sevilla I.
  • Los hospitales del SAS preparan menús especiales para las fiestas. / El Correo
    Los hospitales del SAS preparan menús especiales para las fiestas. / El Correo
  • Hospital de la Merced de Osuna. / El Correo
    Hospital de la Merced de Osuna. / El Correo

No hay circunstancia adversa que no pueda ser algo más llevadera con el estómago lleno, y si es con manjares típicos de la Navidad, aún mejor. Sabedoras de que no es plato de buen gusto pasar estas fechas fuera de casa, ya sea por enfermedad, por estar cumpliendo condena o por haber decidido envejecer junto a compañeros de la misma edad, las cocinas de hospitales, prisiones y residencias de mayores sevillanas se ponen manos a la obra un año más para ofrecer menús navideños a sus usuarios. Porque el objetivo no es otro que hacer que quienes están lejos puedan sentirse como si estuvieran en casa.

Así, la cena de Nochebuena y el almuerzo de Navidad, la cena de Nochevieja y el almuerzo de Año Nuevo y el almuerzo de Reyes serán las cinco comidas especiales que ofrezcan estos centros. Eso sí, solo podrán degustarlas quienes no tengan restricciones dietéticas, aunque algunos de estos menús sí que se han adaptado a aquellos que necesitan, por ejemplo, dieta blanda, o a los más pequeños mediante la dieta pediátrica.

En primer lugar, y como no podía ser de otra forma, habrá lugar para los surtidos ibéricos, que se servirán de entrantes, con queso manchego, jamón o caña de lomo entre los más extendidos, así como el marisco, en forma de cóctel y sopas, principalmente. De la misma forma, entre los platos previstos para estos días, no faltarán carnes y pescados, como el solomillo al Pedro Ximénez o la dorada asada al limón que ofrecerán esta noche el Virgen del Rocío y el Macarena, respectivamente; la pechuga de pollo con mojo al horno que almorzarán mañana día 25 los internos de la prisión Sevilla I; o el solomillo relleno de bacon y queso con salsa al vino tinto que cenarán el 31 de diciembre los residentes en los centros sociales de Miraflores de la Diputación de Sevilla.

Y como a nadie le amarga un dulce –a no ser que se le suba el azúcar–, en ninguna de las mesas se echarán en falta las uvas de la suerte, los mantecados o los roscones de Reyes.

SI NO PUEDEN MASTICAR, SE TRITURAN LOS MANJARES

Las cuatro residencias que gestiona la Diputación en la provincia –San Ramón y la de personas con discapacidad mental en Sevilla, La Milagrosa en Marchena y el centro de servicios sociales de Cazalla de la Sierra– adaptan a sus usuarios los menús navideños hasta tal punto que incluyen dieta triturada.

-Sevilla capital: Para el 24 de diciembre, la dieta normal incluye chacinas de aperitivo; consomé con guarnición de jamón, huevo cocido, picatoste y hierbabuena; salmón gratinado con alioli de manzanilla con zanahorias al estragón; y de postre, mousse de turrón. Los dos platos principales son los que se trituran para el que lo necesite.

-Marchena: Los usuarios marcheneros tendrán como comida de Navidad cóctel de marisco; solomillo en salsa con patatas y arroz con leche. En Fin de Año, tendrán un variado de chacinas y langostinos; lomo de merluza en salsa; dulces navideños y uvas.

-Cazalla de la Sierra: En Año Nuevo, los mayores de este centro tomarán, de entremeses, langostinos, jamón, caña de lomo y queso; solomillo mozárabe con patatas panaderas; dulces navideños y fruta en almíbar.

Verduras, carnes y pescados son la base sobre la que los hospitales sevillanos construyen el menú navideño de todos los años, que sigue criterios médicos y que podrán disfrutar los enfermos cuya dieta no tenga restricciones.

-Virgen Macarena y Virgen del Rocío: En Nochebuena, solomillo al Pedro Ximénez con patatas contry y dorada asada al limón con salteado de setas. En Navidad, paella mixta y dorada al horno en salsa de puerros y piñones o farfalle con frutos de mar y solomillo al Pedro Ximénez con patatas panaderas.

-Valme: Para Nochevieja, se ha programado una sopa de picadillo especial; pez espada con picada verde y parrillada de verduras; y natillas con manzana caramelizada. Los más pequeños, también tomarán una sopa de picadillo; hamburguesa con queso y tomate y ensalada de lechuga, zanahoria y maíz.

-Osuna: En Año Nuevo, habrá jamón serrano y croquetas de entrantes; revuelto de ajetes y gambas; rodaja de merluza a la vasca con guarnición; tiramisú y surtido navideño. El día de Reyes, se servirá queso manchego y croquetas como aperitivo, crema de marisco, carrillada en salsa con patatas a lo pobre y el tradicional roscón de Reyes.

FRUGAL, PERO CONTUNDENTE

El reglamento penitenciario recoge que los presos, tres veces al año, pueden degustar menús especiales. Las excepciones se hacen en Nochebuena y Navidad, en Fin de Año y el día 24 de septiembre, que es el Día de la Merced, la patrona de las instituciones penitenciarias. Los platos, eso sí, varían de un centro a otro. En el caso de Sevilla I, este periódico solo ha logrado confirmar, por fuentes internas de la cárcel, los menús de 24 por la noche y 25 a mediodía, los cuales son frugales, pero contundentes.

-Nochebuena: De primero, sopa de marisco, y como segundo plato muslo de pavo. Para el postre, los reclusos podrán tomar una copa de helado y mantecados.

-Navidad: Para desayunar, chocolate. En el almuerzo, sopa de verduras con picatoste y pechuga de pollo con mojo al horno, terminando con helado y arroz con leche.