La eliminación, por parte del Ayuntamiento de Utrera, de las moreras situadas en los márgenes de la carretera comarcal que une El Palmar de Troya con Guadalema de los Quintero, vía principal de comunicación entre Utrera y su pedanía que tiene unos 3,5 kilómetros de longitud, motivó la denuncia pública de Podemos, que ha acusado al Consistorio de haber cometido un «arboricidio».
Desde el Consistorio utrerano, el alcalde en funciones, el socialista Francisco Campanario, se justifica la supresión de estos árboles como «una decisión obligada del Gobierno de velar por la seguridad de los ciudadanos para evitar accidentes mortales como los que se han producido» en esta vía y se explica que la medida responde a una «petición popular» desde hace años de los vecinos de la propia pedanía. Desde la formación morada, según su portavoz Ana María Casado, se trata de una actuación realizada «con total alevosía y aprovechando la etapa estival en la que hay mucho menos población de la habitual».
Desde el gobierno municipal utrerano se insiste en que hace ya muchos años se suprimieron las arboledas en los márgenes de todas la carreteras de España y si no se hizo en Guadalema fue porque la titularidad de la carretera no ha estado nunca clara y nadie se ha hecho cargo de ella, ni la Diputación, ni la Junta de Andalucía ni el Gobierno Central (Confederación Hidrográfica del Guadalquivir), de quien el Ayuntamiento de Utrera sospecha que fue el promotor de esta estrecha carretera construida hace más de medio siglo.
Precisamente esas limitaciones de la carretera, que no tiene arcén y hace complicado el paso de dos vehículos a la vez en dirección contraria, ha provocado algunos accidentes mortales en estos años por choques o por salidas de la vía en la que los vehículos se estrellaban con los árboles. Ante esta situación de peligrosidad, unida al hecho de que tras numerosos intentos por parte del Consistorio ninguna administración se ha hecho cargo de esta carretera, es por lo que, según el alcalde en funciones, el Ayuntamiento de Utrera «se ha visto en la obligación de actuar teniendo en cuenta además que muchos de los árboles se encontraban en muy mal estado».
Desde Podemos Utrera se afirma que «ni entendemos ni comprendemos las explicaciones del Gobierno municipal», ya que culpar a estos árboles de la peligrosidad de la carretera «es una idea que no se sostiene, cuando dicha vía está igualmente rodeada de construcciones, desniveles y obstáculos, además de tener un pésimo mantenimiento y señalización», según la líder local de la formación morada.
Para Casado «frente al arboricidio había muchas otras opciones, incluso podrían haber replantado algunos de los ejemplares que se encontraban bien en otros espacios». La líder de Podemos Utrera recordó al Consistorio que la tala siempre tiene que ser la última actuación ante los problemas de un árbol y en este caso se visibiliza que no todos estos ejemplares «estaban muertos, sino muy vivos». Al hilo de ello, insistió en que la tala de estos árboles, con más de 65 años de antigüedad, destruye y fragmenta la flora y la fauna silvestre, eliminan la absorción natural de CO2, disminuyen la contaminación acústica, las inundaciones y la erosión de la misma carretera.