El título del libro parece que lo dice casi todo: El piano. Música, Literatura y Vida. Pero es que esos cuatro conceptos son tan anchos y profundos que no solo constituyen los temas esenciales de las casi doscientas páginas de esta obra que saldrá a la luz esta semana, sino las referencias de su amplísima bibliografía consultada y, sobre todo, los pilares de la propia trayectoria de su autor, Francisco Acosta, un enamorado de la música que empezó hace muchas décadas de autodidacta, que llegó a convertirse en el director de la Escuela Municipal de Música de Las Cabezas de San Juan y que en los últimos años ha publicado varios discos en los que demuestra su pasión por un instrumento que ha sido capaz de relacionar hasta con todos los elementos de la naturaleza -los astros, el fuego, el agua-, en un derroche de imaginación sonora que ha compilado, a base de romanticismo, impresionismo y hasta minimalismo, en Andrómeda e Hydromuria, sus discos más importantes hasta la fecha. En esta ocasión, tal vez influido por un confinamiento que para un músico debe de significar algo más, no se ha tratado de seguir tocando, sino de contarlo.
“Este trabajo lo realicé en realidad hace como veinte años”, cuenta Acosta, “pero ahora lo he revisado, corregido y ampliado, y lo publico a través de Amazon, que te da la posibilidad del digital y de sacarlo también en papel”. “Es el libro que siempre busqué cuando estudiaba piano y nunca encontré”, insiste. Seguramente, para un pianista enamorado paralelamente de la literatura como él, a todos los libros consultados les han faltado tildes sobre el corazón, que es lo que Acosta ha tratado de conseguir con este. “La historia del piano está íntimamente ligada a la historia estética más elevada del hombre”, explica, y recuerda sus inicios en medio de tantas oscuridades: “En mi adolescencia, coqueteé con las Sonatas de Beethoven y los Nocturnos de Chopin, una tarea que me llevó a explorar esos ricos mundos sonoros”.
En rigor, el libro es una miscelánea que recoge aspectos musicales y literarios en torno al piano y todo lo que lo rodea. La obra, aforística –de modo que uno puede empezar a leerla por cualquier parte, siempre interesante-, recoge reflexiones musicales de los más grandes maestros del piano y su historia, brillantes anécdotas, aportaciones del propio autor a través de las clases magistrales que ha ido recibiendo e impartiendo a lo largo de su vida y muchos aspectos técnicos e interpretativos sobre la ejecución pianística que confieren a la obra no solamente un carácter pedagógico importante, sino que sea interesante para cualquier lector profano en el instrumento.
“Me ha interesado recoger experiencias de los grandes intérpretes y una relación biográfica de pianistas, clavecinistas y organistas significativos de la historia de la música”, subraya Acosta también en el prólogo de la propia obra, donde reconoce que “no existen límites para el perfeccionamiento ni para la comprensión de este bello instrumento”.