El pasado 29 de enero, los cacos entraron a robar en la iglesia de Carrión de los Céspedes donde se encuentra la imagen de la Stma Virgen del Rosario Coronada, Reina y Patrona. La corona de la imagen y varios enseres fueron sustraídos, y dañados, sin que de momento se sepa nada de ellos. La hermandad ha decidido pedir ayuda, y pedirla, precisamente a los vecinos. Se intenta recuperar los enseres que fueron robados esa noche, entre los que está la corona de oro de la Virgen y el centro del Niño Jesús.
Es la petición “urgente” que ha lanzado en sus redes sociales la hermandad de Nuestra Señora del Rosario Coronada del municipio aljarafeño. En esencia, ha pedido a los vecinos y cofrades en general que aporten dinero de sus bolsillos para reponer todo lo sustraído. Para ello, se ha abierto una cuenta bancaria en una entidad del municipio (Caja Rural ES 3431870103125267732120).
Así se ha decidido en un cabildo extraordinario, según ha informado la hermandad en un comunicado en sus redes sociales oficiales. El cabildo se ha celebrado después de pasar casi dos semanas y no tener noticias de los enseres, por lo que se ha decidido pedir a los vecinos que ayuden a reponer la corona de oro de la Coronación decretada por el cardenal Segura en 1944.
Reponer lo robado
La idea es reponer los enseres robados, de modo que se ha abierto a citada cuenta “para hacer entrega de donativos con el fin de reponer los enseres dañados y sustraídos”.
“Os pedimos vuestra colaboración y generosidad para que, vosotros devotos y hermanos del Rosario, hagáis todo lo posible para que volvamos a la normalidad, aportando cada uno lo que esté en vuestra mano para ayudar así a la hermandad en estos momentos”, explica la misma nota.
El robo que se produjo el pasado 29 de enero hizo que la hermandad se quedase, sin cuatros jarras chicas, dos grandes, una vinagrera, se rompiese un llamador de San José, y se llevasen un candelabro del mismo santo, una cruz de la Virgen y el centro del Niño Jesús.
La corona es caso aparte. Le fue colocada a la imagen el 8 de octubre de 1944 en un solemne acto, realizada por la joyería Dalmás de Sevilla.
Robo y profanación
A través de sus redes sociales, el párroco, Antonio Romero Padilla, informaba de que «han profanado el Santísimo Sacramento, han robado el viril con el Señor, que está en paradero desconocido, los copones y casi toda la plata buena de la Parroquia, han esparcido las sagradas formas y han destrozado el Sagrario».
El sacerdote añadía que la sacristía y la colecturía «están totalmente removidas y destrozadas», añadiendo que «se han llevado el dinero de todos los cepillos» y lo que habían recaudado con la venta de la Lotería Nacional.
La iglesia local ha pedido la colaboración de los vecinos para aclarar el suceso y la misma tarde se llevaba a cabo un «acto de reparación y desagravio a Jesús Sacramentado y a la Santísima Virgen María», porque «no nos han robado ni la Fe ni la devoción a María, ni siquiera el perdón para quien nos ha herido tanto y, a tiempo, está de volver como el hijo pródigo”.