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Cartel de la gala. / El Correo
Llega enero y, con él, el mes de San Juan Bosco, patrón de la juventud. Pocos saben que los premios Goya se celebran en torno a su festividad, el 31 de enero, por ser él también, patrón del cine. Menos aún que es el protector de magos e ilusionistas. Por eso, el Círculo Mágico Internacional Don Bosco (CMIDB), presente en toda España y en numerosos países de Latinoamérica, celebra su gala anual, recuperada en 2018 en el Colegio de los Salesianos de la Trinidad.
Este año, aseguran desde la organización, será un espectáculo “único y especial con grandes ilusiones” preparado por el Mago Alberto de Cádiz, miembro del CMIDB. Las pocas entradas que quedan aún a la venta para la función de hoy viernes 24 de enero a las 18 horas, entre las más de 400 butacas que el teatro posee, a un precio de 5 euros, tienen un fin solidario: Operación Sonrisa.
Esta iniciativa, nacida en el seno del Centro Juvenil Adelante de los Salesianos de la Trinidad, tiene como finalidad principal la intervención con niños, adolescentes y jóvenes que se encuentran en situación o riesgo de exclusión social. Entre las líneas de acción de este proyecto ilusionante, está la visita a niños en hospitales con payasos, músicos y magos; el acompañamiento a dichos jóvenes al dentista con permiso paternal para cuidar la salud dental de los mismos y actuaciones solidarias en casas de acogida, parroquias, comedores sociales, siempre dando preferencia a aquellos cuya petición venga de un barrio o colectivo en situación de riesgo social.
El Círculo Mágico Internacional Don Bosco (CMIDB) es un movimiento vinculado a la Pastoral Juvenil de la congregación religiosa de los Salesianos, que nace en España en 1992, y está presente en varios países.
Todo empezó con San Juan Bosco, cuando siendo un joven sacerdote era capaz de sorprender y ganarse la simpatía de los jóvenes más alejados y conflictivos de la sociedad turinesa, en Italia. La ilusión provocada por unos sencillos pero atrayentes juegos de prestidigitación llevaba a la esperanza de sentirse queridos, aprender un oficio y encontrar un trabajo digno, sabiéndose acompañados por un verdadero padre, maestro, mago y amigo.