«Hoy es un gran día». Con estas palabras saludaba este viernes el secretario general de los socialistas de Dos Hermanas, Francisco Rodríguez, la noticia de que Pedro Sánchez se acababa de convertir en nuevo presidente del Gobierno. Si hay alguna agrupación que deba sentir hoy una mayor satisfacción, esa es sin duda Dos Hermanas, porque fue precisamente en esta ciudad donde empezó todo.
Dos Hermanas se ha cruzado en varias ocasiones en el camino de Pedro Sánchez, pero la primera fue en 2013, cuando un todavía desconocido diputado socialista madrileño fue invitado por la agrupación socialista nazarena a pronunciar una charla en la Casa del Pueblo. El PSOE federal vivía por entonces un intenso proceso interno y por un lado y por otro se buscaba en sus filas a la persona que pudiera reconstruir un partido que había quedado en la deriva tras la renuncia de José Luis Rodríguez Zapatero y la pérdida de las elecciones de 2011.
Y hasta Dos Hermanas comenzaron a llegar noticias en torno a un joven socialista madrileño, bien preparado, con buena planta, fama de buen orador y sobre el que el que algunas miradas internas comenzaron a fijarse. Una de estas personas fue Basilia Sanz, esposa de Francisco Toscano, alcalde nazareno, concejal en el Ayuntamiento y por entonces también senadora. Fueron tan entusiastas sus palabras hacia Sánchez que el PSOE local decidió invitarlo a dar la charla en su Casa del Pueblo.
Pero la charla se trató en realidad de una excusa más, porque lo que el entonces diputado socialista no sospechaba es que en una cena posterior iba a ser víctima de una encerrona por el núcleo duro del PSOE nazareno, con Francisco Toscano al frente, para calibrar si los rumores que habían llegado desde Madrid sobre sus posibilidades como futuro candidato a dirigir el PSOE federal se confirmaban o no. Aprobó el examen, no solo por el ojo crítico nazareno, sino también por otros aliados sevillanos desde los comienzos, como Alfonso Rodríguez Gómez de Celis y su poderosa –por peso militante– agrupación de Nervión.
Fue el germen de la carrera de un político que meses después se convertiría en secretario general del PSOE federal, gracias especialmente al apoyo que recibió del sur, aunque su liderazgo se acabaría torciendo, hasta provocar su dimisión como diputado y secretario general, tras la revuelta que propició un sector de los barones.
Pese al revés, desde el sur nunca se perdió la confianza en Sánchez, alentado por Toscano y Gómez de Celis, que siempre le tendieron la mano incluso en momentos complicados que le llevaron a renunciar a todo. Casi en la sombra, se inició un trabajo que culminó cuando en enero de 2017 decidió elegir el Lago de la vida de Entrenúcleos, en Dos Hermanas, como lugar en el que, ante más de 2.000 personas, anunció que iría a la reelección, que logró contra todo pronóstico ante las candidaturas de Susana Díaz, su principal crítica, y el exlehendakari vasco Patxi López.
El resto de la historia ya se conoce. Hoy, Pedro Sánchez es presidente del Gobierno y todo el proceso que ha vivido el Congreso lo ha seguido en directo Toscano, hoy presidente del Comité Federal del PSOE; Gómez de Celis y, por supuesto, Basilia Sanz