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La carreta con el simpecado por la plaza de España de La Algaba.
Son 71 los kilómetros que separan La Algaba de la Aldea del Rocío. Un camino que desde la mañana de este martes la hermandad del Rocío ya transita, revestido con la plata de la devoción y el fervor que esta localidad le profesa a la Reina de las Marismas. Y con la de las bodas de plata como filial que la corporación celebra en esta peregrinación.
El simpecado salió portado a mano para cantar la Salve ante el monumento a la Virgen
A las 8 de la mañana daba inicio la misa de romeros, oficiada por el párroco, Ramón Herrero, y acompañada por el coro de la hermandad. A su finalización y de forma excepcional, el simpecado salió portado a mano. Recibido por una petalada y sevillanas del coro, se trasladó hasta los jardines de Encarna Piñero.
Allí, ante el monumento de la Virgen del Rocío que lo preside y con representación de todas las hermandades locales, se cantó la Salve. Tras la entrega de un recuerdo a cada corporación, el simpecado fue entronizado en la carreta, para emprender el habitual recorrido por el pueblo hasta enfilar hacia el Aljarafe, camino de la Marisma almonteña.
Una gran familia que peregrina desde La Algaba
Como una gran familia, la hermandad se puso en marcha con unos 300 peregrinos, y una comitiva formada por 28 carriolas, 2 carretas además de la del simpecado y 17 charrés. Una considerable representación donde se acoge a rocieros de distinta procedencia. “No hay distinciones por su lugar de origen, son hermanos y devotos como cualquiera, integrados e incluso formando parte de la junta de gobierno”, destacaba el hermano mayor, Pedro Piñero.
Con emoción arrancaba el hermano mayor este vigésimo quinto camino, pidiendo a la Virgen “que no haya problemas y salga todo bien”. Personalmente, además, con una petición especial: “que se forme un buen grupo como esta hermandad merece para continuar con la junta de gobierno ahora que, tras ocho años, concluye mi mandato”.
En este aniversario donde todo es júbilo por el nuevo camino, también hay un recuerdo especial para esas personas que dieron forma a la devoción rociera, agrupando a los devotos de la Blanca Paloma, y que hoy disfrutan de la presencia de la Virgen en las marismas eternas. Y junto a ellos, un homenaje especial a un hermano, recientemente fallecido, y que desde el cartel anunciador de la peregrinación algabeña aparece ante la carreta, en la foto que lo ilustra.
Un camino especial como celebración de las bodas de plata
Muchos son los momentos especiales que va a deparar este camino, que la hermandad ha trabajado a conciencia para que, sin perder su esencia, sea igual y sea distinto para recordar estas bodas de plata.
La emotiva visita a los residentes de la asociación Paz y Bien, así como los saludos en la parroquia y a la filial rociera han marcado el discurrir por Santiponce. La recepción por parte de la comunidad parroquial en Valencina de la Concepción fue el último acto corporativo de la mañana hasta el sesteo en el río Pudio. Espartinas y Umbrete son las dos últimas etapas de este primer día de camino.
Villamanrique ha dedicado su cartel a la hermandad de La Algaba
El jueves la hermandad transitará por Villamanrique. En un guiño a la filial algabeña, la localidad ha ilustrado su cartel del paso de hermandades con una imagen del simpecado y la carreta de La Algaba discurriendo por sus calles. Un regalo de fraternidad rociera entre hermandades en estas bodas de plata.
El viernes por la tarde la hermandad hará su presentación ante la Virgen. Como novedad, llevará una escolta de caballería de la Policía Nacional. El sábado el simpecado, como es habitual, bajará de la carreta de plata, para recorrer una a una cada carriola y cada parte de esta gran familia. Momento emotivo de fe comunitaria donde se aprovecha para pedir y agradece de forma más personal a la Virgen en este momento de cercanía.
Concluida la vuelta, volverá a su carreta, momento que como marca la tradición se aprovechará para dar inicio a una comida compartida de convivencia, donde cada uno aporta viandas, anécdotas, cantes y lo mejor de sí mismo. Y como conclusión, la hermandad agasajará a todos sus hermanos con tarta y champán como simbólica celebración de este cumpleaños.
El domingo, tras la función de Pentecostés, los algabeños celebrarán el 25 aniversario con la madrina, la hermandad del Rocío de Sevilla, con una convivencia en su casa hermandad.
La labor social en el pueblo, estreno en este 25 aniversario
Cuando dentro de 8 días la hermandad vuelva a entrar en La Algaba, se producirán imágenes inéditas al ampliarse el recorrido para discurrir de forma novedosa ante la iglesia de Nuestro Padre Jesús Nazareno. Así, además de rendir honor al Señor de La Algaba, el simpecado rociero bendecirá otros sectores del pueblo por donde habitualmente no transita.
El principal estreno este año es la labor social, centrada en la convivencia, la integración y la interacción con distintos colectivos del pueblo – niños y jóvenes, tercera edad -. “Tiempo hay de estrenos”, asegura el hermano mayor, para quien es más importante celebrar este aniversario haciendo hermandad con su pueblo. Esa plata, como los frutos de este camino, es la que la hermandad va a hacer brillar con más ahínco en este feliz 25 aniversario.