Un Crucificado olvidado de Los Palacios anuncia su Semana Santa

El Cristo de la Salud, hermosa talla del siglo XVII que nunca tuvo hermandad en la parroquia de Santa María la Blanca, protagoniza el cartel de Juan Miguel Martín Mena

Álvaro Romero @aromerobernal1 /
20 mar 2021 / 08:39 h - Actualizado: 20 mar 2021 / 08:41 h.
  • Un Crucificado olvidado de Los Palacios anuncia su Semana Santa

Para un año pandémico en el que se asumió muy pronto que no habría procesiones, el encargado de pintar el cartel anunciador de esta Semana Santa distinta en Los Palacios y Villafranca, Juan Miguel Martín Mena, ha escogido para protagonizarlo al Cristo probablemente más antiguo y también más olvidado de todos los templos del pueblo: el de la Salud que está crucificado en un retablo que se le queda pequeño a la derecha del altar mayor de la parroquia de Santa María la Blanca. El Señor es una bellísima factura del siglo XVII del que se tienen poquísimos datos, hasta el punto de que, según el historiador y archivero municipal, Julio Mayo, no se sabe con certeza si se trata de la imagen que contrató el imaginero Blas Hernández Bello para la iglesia parroquial de Los Palacios en 1619 o llegó, en cambio, mucho más tarde, mediados del siglo XIX, “tras pedir el párroco de entonces al Arzobispado de Sevilla algunos enseres como retablos e imágenes”.

A Mayo, desde luego, le parece más lógica esta segunda posibilidad, “porque si esa imagen llevase en el templo parroquial varios siglos, hubiese contado con un seguimiento piadoso y devocional considerable”, argumenta él. Pero lo cierto es que no se sabe si llegó a Los Palacios en las primeras décadas del siglo XVII o a Villafranca de la Marisma y Los Palacios –que se habían unido en 1836- en la segunda mitad del XIX. Lo que sí consta es que nunca ha sido imagen titular de ninguna hermandad del municipio y que solo ha salido en procesión en algún que otro Vía Crucis. La única anécdota que le consta al historiador Julio Mayo es que le robaron sus tres potencias de plata casi a finales del siglo XIX. “Aquella sustracción levantó un enojo importante e incluso llegó a elevarse al Arzobispado”.

Pues este Crucificado es el que, por su oportuna y necesaria advocación, la Salud, ha elegido Martín Mena para el cartel que le encargaron en Los Palacios y Villafranca y que se presentó ayer en los salones parroquiales. El pintor asegura haberse inspirado en la antiquísima antífona del Viernes Santo: “Mirad el árbol de la Cruz, en el que estuvo clavada la Salvación del mundo. Venid a adorarlo”.

“Mi curiosidad ahondó en este paralelismo que existe desde siglos en la religión católica comparando el árbol del que brotó el pecado original con el madero de la cruz de Jesús, pues donde tuvo origen la muerte, de allí resurgiría la vida, y ahí encontré la clave para esta obra”, explica el autor del cartel. Julio Mayo ha recordado, en este sentido, que esa advocación, la de la Salud, “lleva siglos relacionada con las epidemias”.

La obra está realizada con técnicas mixtas sobre papel encolado a tabla, con grafito, acuarela, bolígrafo y acrílico. “Como no procedía que ninguna hermandad destacara sobre otra para respetar el orden anual que suele llevarse a cabo, decidí tomar como protagonista la imagen del Santísimo Cristo de la Salud, talla anónima del siglo XVII, una joya artística y devocional de la escuela granadina que salvaba esos requisitos y que con su advocación cumplía con creces las intenciones de un cartel en tiempo de pandemias”, ha abundado Martín Mena.

Al Cristo del cartel lo iluminan cuatro hachones de cera de cuatro colores distintos que representan a las cuatro cofradías que esta Semana Santa no saldrán en procesión. Revolotean entre ellos tres pajarillos que representan la libertad. “El árbol de la cruz, tras una dura época de sequía en la que la vida se ha debilitado a nuestro alrededor, brota de nuevo gracias a unas raíces fuertes que se nutren de nuestra fe incondicional y que en esta obra buscan el sustento en la fértil tierra que sirve de suelo a este pueblo”, ha explicado el autor del cartel. .