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Un enfrentamiento entre palistas condena a muerte al Club Piragüismo de Écija

La entidad, que tiene casi 14 años de historia, puede desaparecer por una multa de más de 7.700 euros a consecuencia de una denuncia de una escisión del equipo por la situación de unas cuerdas

05 jul 2017 / 09:34 h - Actualizado: 05 jul 2017 / 10:25 h.
"Piragüismo"
  • La entidad puede llegar a desaparecer debido a la multa que deben afrontar a consecuencia de una denuncia de otro club de la localidad. / M.R.P.
    La entidad puede llegar a desaparecer debido a la multa que deben afrontar a consecuencia de una denuncia de otro club de la localidad. / M.R.P.
  • El Club Piragüismo Écija tiene casi 14 años de vida. / M.R.P.
    El Club Piragüismo Écija tiene casi 14 años de vida. / M.R.P.

El Club de Piragüismo Écija corre serio peligro de desaparecer. Hacienda ha embargado la cuenta bancaria de esta entidad por una sanción de 7.755 euros impuesta por la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir (CHG) que no fue notificada en el domicilio social del club pese a originarse en una denuncia de noviembre de 2014.

La denuncia la presentó otro club de piragüistas de la ciudad, L@s Papafrita, una escisión del anterior, que se quejaba de las cuerdas que el Club de Piragüismo Écija había colocado en el río Genil para el entrenamiento de sus miembros en las pruebas de slalom. Se trata de unos elementos que han estado colocados desde 2005 –precisamente el año en que ambos clubes se escindieron– sin ocasionar ningún problema, según el Club de Piragüismo Écija, y que fueron retirados en 2015 al concluir los entrenamientos para las pruebas de slalom.

La demanda recoge que esas cuerdas suponían un riesgo para la seguridad, extremo que desmienten los responsables del Club de Piragüismo. «Por allí han pasado más de tres mil personas», señala Manuel Palacios, presidente del club de palistas ecijanos, que sostiene, como el resto de la directiva de la entidad, que la multa es «desproporcionada e injusta».

Según el club, las cuerdas están situadas a dos metros como mínimo de la lámina de agua y no suponen ningún riesgo para la seguridad ni perjudican al cauce ni a la dinámica fluvial ni perjudican el medio ambiente. «Quien ha tramitado esta denuncia desconoce totalmente para qué sirven esos elementos», afirma rotundo Palacios.

«Desde que nacimos en diciembre de 2003 hemos hecho muchas cosas por el río», expone el presidente del Club de Piragüismo Écija que el último fin de semana de mayo reunió a más de 300 palistas de toda España y del extranjero en la decimocuarta edición del descenso del Batán. «Todos conocen nuestra trayectoria, hemos limpiado el cauce y las riberas del Genil, hemos sacado del fondo del río desde basuras a motocicletas e incluso animales muertos», detalla Palacios, «hemos hecho la labor de mantenimiento que no hace la CHG y estamos haciendo desde hace catorce años promoción del Genil».

La directiva tiene claro que no puede pagar la sanción «porque no tenemos dinero» y que el embargo de Hacienda «pone en riesgo la misma existencia del club». «Tampoco la pagaríamos si pudiéramos, porque somos conscientes de que es una injusticia», abunda Rafael Alhama, secretario de la entidad, que se queja de que «no nos hemos podido defender en todo el proceso», dado que la denuncia fue remitida hasta en tres ocasiones a una dirección que no existe «y no hemos tenido ocasión de exponer nuestros argumentos a la CHG».

Pese a que la sanción ya no es recurrible, el Club de Piragüismo Écija ha presentado un recurso de reposición ante Hacienda y una reclamación económico-administrativa, además de recabar el apoyo de toda la corporación municipal.

Por su parte, el club ecijano de piragüismo L@s Papafrita ha rechazado tener responsabilidad alguna en la sanción impuesta al Club Piragüismo Écija por la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir y niega, igualmente, haber pretendido perjudicar a este club, sino solamente «practicar deporte en paz».

En un comunicado, el club de palistas ecijanos reconoce que la sanción impuesta parte de una queja suya por la existencia de cuerdas que cruzaban el Genil «a la altura del cuello» y que suponían un peligro para sus actividades en el río. Afirman en su comunicado L@s Papafrita que hablaron en persona con dirigentes del Club Piragüismo Écija «para trasladarle nuestro malestar y para rogarle que retirasen las cuerdas. La respuesta fue que ya decidirían si las retiraban o no», lo que, a juicio de L@s Papafrita, indica que existió voluntad de diálogo por su parte.

«Transcurridos 11 días y tras comprobar que las cuerdas permanecían instaladas, es cuando se decide interponer la denuncia, en la que consta que el único deseo del Club Ecijano de Piragüismo L@s Papafrita es que se retiren las cuerdas por el peligro que representan para los piragüistas», relatan.

Aseguran también L@s Papafrita que el presidente del Club Piragüismo Écija amenazó a «un compañero que años atrás había ostentado el cargo de presidente de la junta directiva de nuestro club» con «lo que a nuestro entender es una campaña de desprestigio en nuestra contra». Reconocen L@s Papafrita que sus relaciones con el Club de Piragüismo Écija «nunca han sido fáciles» pero que «no es ni nunca ha sido nuestro deseo embarcarnos en una guerra contra el Club de Piragüismo Écija, pero de ningún modo vamos a consentir que con falsedades se nos calumnie».

«No vacilaremos a la hora de tomar medidas contra quienes nos injurien, o contra aquellos que pretendan coartar nuestro derecho de asociación», afirman y aseguran que, antes de tramitar la denuncia que ha derivado en la sanción de la CHG «existió una petición de que se retirasen [las cuerdas], que cayó en saco roto» y una mediación del Seprona que tampoco tuvo éxito.