Poco después de las doce del mediodía, la Policía Local de Marchena se ha visto obligada a cortar el acceso a la calle San Agustín de la localidad, debido a la presencia de un enjambre de abejas que había sembrado el miedo entre los vecinos.
Los agentes han coordinado todo para que el enjambre sea retirado cuanto antes, en una situación que últimamente se ve a menudo, ya que las abejas, por la acción del hombre, han cambiado parte de sus hábitos, y ya no es raro verlas en núcleos urbanos intentando instalar sus “residencias”.
Los motivos son varios, y tienen que ver, en ocasiones, con prácticas agrícolas, ya que cuando una colmena llega a su plena madurez, se parte en dos, y la reina de más edad se marcha “escoltada” a formar otra colonia.
El campo, a veces un lugar hostil
Pero el campo, en muchas ocasiones, no es buena opción, por razones como los monocultivos que solo mueven la tierra parte del año, y el resto no hay un hábitat, agradable para estos insectos, la sequía o el uso de pesticidas.
Por eso, cada vez más a menudo se ve a las abejas buscando asentarse en una ciudad, y si es así y se encuentra a un enjambre es importante llamar a las autoridades, que se encargarán de buscar a profesionales que las retiren sin que nadie, incluidas as abejas, sufra daño alguno.