El mundo cofrade, en el que hoy domingo se tenía que celebrar el tradicional pregón oficial de la Semana Santa, se encuentra consternado por la suspensión de esta festividad por primera en muchos años como consecuencia del estado de alarma por el coronavirus COVID-19.
Mientras muchos de cofrades añoran esta festividad religiosa, que este año no se celebrará, se dedican a recodar en videos en casa la Semana Mayor de otros años, una grabación filmográfica se ha hecho viral estos días al redifundirse en las redes sociales.
Se trata en concreto de un video sobre el Domingo de Ramos de Semana Santa de la Iglesia, Una, Santa, Católica, Apostólica y Palmariana. Orden de los Carmelitas de la Santa Faz en Compañía de Jesús y María, popularmente conocida como la Iglesia Palmaria afincada en el Palmar de Troya.
El video, que corresponde al Domingo de Ramos de 2019, fue difundido por la propia Iglesia Palmariana en su fecha, pero no ha sido hasta ahora cunado algunos ciudadanos en su confinamiento en las casas lo han descubierto cuando se está redifundiendo, habiéndose convertido en viral por lo desconocido de estas lujosas y ostentosas procesiones.
La propia Iglesia Palmariana define sus procesiones de la Semana Santa del Domingo de Ramos con los siguientes términos: conmemoración del Domingo de Ramos y de la Entrada Triunfante de Nuestro Señor Jesucristo en Jerusalén
En la procesión sale en paso gótico Nuestro Padre Jesús Flagelado y Coronado de Espinas y tras Él Su Madre Santísima, Flagelada y Coronada de Espinas Espiritualmente; bajo Palio dorado y Manto blanco de pureza virginal, como paloma humilde, serena y herida, sufriendo lo mismo que Él.
En el paso gótico Cristo se presenta al pueblo majestuoso y sereno a pesar de estar Flagelado y Coronado de Espinas, derramando su Sangre Divina por todo su Divino Cuerpo llagado, reparando al Padre y redimiendo a los hombres.
Tras Él va siguiendo sus huellas en paso de Barca de salvación la Blanca Paloma que protegida va bajo rico Palio de lingotes de oro y cubierta en Manto blanco, dejando al pasar olorosas azucenas, sintiendo y sufriendo lo mismo que Él Espiritualmente.