El convento franciscano de Villaverde del Río solo conserva en pie parte de alguno de sus muros. Sin embargo, ha seguido dando nombre a la romería de la Virgen de Aguas Santas. Es la romería de la Misa del Convento, una de las más antiguas de Andalucía y que este año, de forma excepcional, se celebra el primer domingo de junio.
Las elecciones municipales han provocado que la romería sea en junio
Marca la tradición peregrinar el cuarto domingo de mayo al paraje donde cuenta la leyenda que la Virgen se apareció al pastor Juan Bueno. Al punto de donde brotó agua en plena sequía para dar de beber a sus sedientos rebaños, y donde se erigió una ermita para veneración de aquella imagen mariana. Al lugar donde a escasos metros se erigió un convento que veló por el culto y la devoción a la Virgen, y donde ya por el año 1500 aseguran las crónicas que se celebraban fiestas y romerías en estas fechas.
El simpecado de la Virgen de Aguas Santas en peregrinación hasta la ermita. / F.J.D.
Aunque la fecha viene determinada por las reglas, se permite por circunstancias excepcionales su adelanto o atraso, como ha ocurrido este año por la coincidencia con las elecciones municipales.
Tradiciones en las vísperas de la romería del Convento
Salvo el detalle de la fecha, todo ha sido igual. Los preparativos, los nervios previos. Y, sobre todo, una de las tradiciones más curiosas de las vísperas de la romería del Convento, que tendrá lugar en la tarde de este viernes. Los más pequeños de la hermandad, haciendo sonar cencerros y campanas, realizarán un pasacalles por el pueblo al grito de “preparad los pollos con tiempo, que pasado mañana es la Misa del Convento”.
El sábado por la tarde se celebrará ofrenda de flores a la Virgen. Pero antes, la yunta de bueyes que tirará de la carreta del simpecado será paseada por el pueblo. Acompañados de los tamborileros, los animales serán mostrados como los que tienen el privilegio de portar el estandarte mariano.
El simpecado de la Virgen de Aguas Santas en peregrinación hasta la ermita. / F.J.D.
La carreta con el simpecado saldrá hacia la ermita a las 9 de la mañana del domingo
Desde el amanecer del domingo el cielo se llenará con el estallido de cohetes. Toda Villaverde se reunirá sin excepción ante la parroquia, a las 9 de la mañana del domingo, para recibir el simpecado entre vítores, repique de campanas y la marcha real interpretada por la Banda de música de Nuestra Señora del Valle de Burguillos. La carreta emprenderá la marcha por la calle Polvillo y la avenida Nuestra Señora de Aguas Santas, para remontar aguas arribas el río Siete Arroyos hasta la ermita.
La romería de la Misa del Convento está declarada – junto con el 8 de septiembre, fiesta principal de la Virgen – fiesta de interés turístico de Andalucía desde el año 2008. Muchos son los momentos de especial singularidad y belleza en el camino de poco más de tres kilómetros entre la parroquia y la ermita. Una ingente comitiva de carretas, caballistas y romeros a pie acompaña al simpecado, cantando continuamente sevillanas dedicadas a la Virgen.
Misa del Convento, celebrada en la explanada de la ermita tras la llegada del simpecado. / F.J.D.
Más de 150 casetas sin servicio de bar que abren cuando acaba la misa
Llegados sobre las 13.00 horas a la ermita tendrá lugar la celebración de la misa. Como es costumbre, las más de 150 casetas del recinto permanecerán cerradas hasta que finalice la celebración. Una vez concluida, se pondrá fin a la vigilia y se empezará a disfrutar de la fiesta y la convivencia. Más que casetas son extensiones de las casas, donde se reúnen familias y amigos. Y como tales, no hay servicio de bar, sino que son los integrantes de las mismas los que aportan la comida y la bebida, y que generosamente se ofrece a los vecinos y visitantes que se acercan hasta este paraje.
Durante todo el día el trasiego a la ermita será continuo, para rezar y encomendarse a la Virgen. En su altar se venera una réplica, obra de Antonio Torres Sarmiento en 1907. El retablo recrea la aparición de la imagen al pastor, en un bucólico risco entre ovejas. Para la romería, la talla ha sido ataviada con saya y manto a juego, elaborados en 1982 en raso de seda color verde, bordados en oro y sedas.
La Virgen de Aguas Santas, imagen gótica sobrevestida con saya y manto. / El Correo
La fiesta se alargará hasta las 20.00 horas, momento en que se entronizará el simpecado nuevamente en la carreta. Una vuelta festiva, que recalará en el barrio Cerro Molino y posteriormente en el monumental azulejo de la avenida que lleva el nombre de la Virgen, donde se le cantará su himno. La jornada concluirá pasada la media noche, con la llegada del simpecado al templo parroquial.
La Virgen de Aguas Santas es “la que más altares tiene”
Sobre la Virgen de Aguas Santas escribió Fray Juan Álvarez de Sepúlveda que “el tamaño es poco más de un dedo, mas parece que está en Ella el de Dios”. Se trata de una imagen gótica, fechada entre los siglos XIII y XIV, de 11 centímetros de altura, sobrevestida con saya y manto, tocada de ráfaga, corona y cetro, y que porta al Niño en su brazo derecho. Patrona y alcaldesa honoraria perpetua, fue coronada canónicamente en 1979.
Dicen en el pueblo que tiene el tamaño perfecto para entrar en el corazón, y que “es la Virgen de Aguas Santas / la que más altares tiene. / No hay ningún villaverdero / que en su pecho no la lleve”, como reza una coplilla popular. Y por tener incluso tiene la Virgen un convento, que aunque ya no exista sigue siendo el destino de una de las romerías más esperadas de la comarca, que peregrina hasta las Aguas Santas que la Virgen ofrece a los sedientos.