Una provincia para (no) perderse

Destinos. Desde las grandes del turismo patrimonial al Parque Natural de la Sierra Norte, pasando por los pueblos cuna del flamenco, del mosto, el mantecado y el polvorón

07 oct 2016 / 13:18 h - Actualizado: 07 oct 2016 / 14:59 h.
"Patrimonio","Medio ambiente","Turismo","Turismo rural","Diputación de Sevilla","Turismo a la sevillana"
  • Osuna es tan solo una de las muchas localidades de la provincia con un rico legado histórico y artístico. / El Correo
    Osuna es tan solo una de las muchas localidades de la provincia con un rico legado histórico y artístico. / El Correo

El turista que quiera conocer de verdad Sevilla no puede o no debe limitarse a la capital. Esta es una máxima que, aunque aún no está plenamente asimilada, poco a poco va calando entre propios –haberlos haylos que aún no conocen su territorio como debieran– y extraños, no solo gracias a los encantos intrínsecos que posee cada uno de los rincones más allá de la Giralda, el Alcázar o el barrio de Santa Cruz, sino a la continua promoción que de los municipios sevillanos se hace desde entidades como Prodetur Turismo de la Provincia.

Prueba de ello son los visibles aumentos del turismo hotelero y extrahotelero a lo largo de la geografía sevillana, de los que da buena cuenta la Diputación de manera mensual aportando halagüeñas cifras de visitantes. Claro que para que esto no sea flor de un día se antoja necesario innovar en la forma de dar a conocer esas bondades y, por eso, surgen constantemente guías temáticas con las que conocer la provincia de mil maneras, editadas por la institución provincial y que están al alcance de cualquiera tanto de manera online –en la web www.turismosevilla.org– o físicamente en cualquier oficina de turismo.

Porque no se debe –o no se puede– hablar de mejores o peores destinos habiendo tanta riqueza pero sirvan estas líneas para esbozar lo que dan de sí sus más de 14.000 kilómetros cuadrados de extensión.

LAS ‘BIG FOUR’

Hace un par de años, las big four las cuatro grandes– de la provincia en cuestión monumental, esto es, Écija, Marchena, Carmona y Osuna, intentaron crear una candidatura conjunta para obtener la declaración de Patrimonio de la Humanidad de la Unesco. Aquello finalmente no cuajó y, mientras que Carmona y Écija optaron por «trabajar en solitario», Marchena y Osuna sí prefirieron colaborar para ello. Más allá de ese intento frustrado de unidad, lo que tienen en común estas cuatro localidades es un rico legado histórico y artístico, desde la necrópolis y el anfiteatro romano carmonense –aderezado con un singular casco histórico–, a las torres y palacios de Écija, pasando por la Colegiata de Nuestra Señora de la Asunción de Osuna y su famosa calle San Pedro –a los que ahora se suma el atractivo como escenario de Juego de Tronos– y los numerosos activos históricos de Marchena, como la iglesia de San Juan o el arco de la Rosa de su muralla medieval.

AIRES DE SIERRA

No hay turismo de naturaleza que no incluya a la frondosa y rocosa Sierra Norte. No en vano, es el único Parque Natural de la provincia, extendiéndose a Alanís, Almadén de la Plata, Cazalla de la Sierra, Constantina, Guadalcanal, Las Navas de la Concepción, El Pedroso, La Puebla de los Infantes, El Real de la Jara y San Nicolás del Puerto. En ellos, se aúnan el turismo gastronómico que permite explotar el cerdo ibérico –ruta propia incluida–, el turismo de naturaleza gracias a su atractivo paisaje de dehesas formado por encinas, alcornoques y quejigos, y el turismo geológico y paisajístico formado por las cascadas de la Rivera de Huesna y o el imponente Cerro del Hierro.

ALJARAFE Y MOSTO

Hasta noviembre no comienza de manera oficial pero ya se palpa en el ambiente que el mosto del Aljarafe está al caer. La fecha, de hecho, invita a paladear «un caldo con escasa fermentación pero de un gusto agradable y fresco, con un color dorado brillante que recuerda al sol que baña las tierras de las que emana», reza la guía dedicada a este símbolo de la comarca. Con al menos tipos de uva distintos –algunas autóctonas y otras autorizadas aunque de uso tradicional–, un sinfín de bodegas que visitar y múltiples fiestas locales relacionadas con la vendimia, el mosto y el vino, los municipios aljarafeños se convierten en lugar de peregrinación de cientos de personas.

MANJAR NAVIDEÑO

Y como cuando menos se lo espere están aquí las fiestas navideñas, no puede faltar una visita a la tierra del mantecado y el polvorón, Estepa. Gran embajadora de la gastronomía típica sevillana, desde el mes de septiembre sus numerosas fábricas empiezan a desprender un delicioso olor a canela, ajonjolí y almendra tostada, invitando al visitante a hacer acopio de estos manjares de cara a la Navidad. A ese ya de por sí atractivo reclamo, se le suman exposiciones temáticas, visitas guiadas y un conjunto histórico artístico que bien merecen los poco más de 100 kilómetros de distancia desde la capital.

CUNA FLAMENCA

Pocos turistas desvincularían el flamenco de la provincia de Sevilla. Durante todo el año, se celebran por sus localidades encuentros, festivales, memoriales y múltiples eventos y actividades relacionadas con este arte. Homenajes que hunden sus raíces en la cultura y la tradición popular, y cuyos estilos no son más que la expresión del sentir de su gente. Mairena del Alcor, Utrera, Lebrija, Alcalá de Guadaíra, Morón de la Frontera o La Puebla de Cazalla son de las que más han aportado a su evolución y desarrollo, teniendo el privilegio de ser cuna de los cantaores mundialmente conocidos como Antonio Mairena, Juan Talega, La Niña de los Peines o La Niña de la Puebla. Piérdase por sus tabernas y peñas verdaderos museos y testimonios de su historia, sus voces y sus tradiciones.