Utrera da el visto bueno a la independencia de El Palmar de Troya

El cortijo de Las Pañuelas y la laguna de Zarracatín pertenecerían a El Palmar, el pueblo 106

11 may 2018 / 08:30 h - Actualizado: 10 may 2018 / 23:11 h.
"Política"
  • El alcalde de Utrera, José María Villalobos, presidió ayer el pleno en el que se marcó la delimitación con El Palmar de Troya. / V. C.
    El alcalde de Utrera, José María Villalobos, presidió ayer el pleno en el que se marcó la delimitación con El Palmar de Troya. / V. C.

El Pleno del Ayuntamiento de Utrera aprobó ayer por unanimidad de todos los grupos políticos (PSOE, PA, IU y PP) la conformidad con el trabajo desarrollado por el Instituto Nacional de Estadistica y Cartografía de Andalucía sobre la delimitación territorial que se le pretende dar a El Palmar de Troya. Se trata de uno de los últimos trámites que restan por cumplimentar para elevar todo el expediente de segregación al Consejo Consultivo de Andalucía para que éste emita un informe no vinculante al Consejo de Gobierno de la Junta de Andalucía, que será finalmente el que se pronuncie sobre la propuesta de creación del que sería el 106 municipio de la provincia (incluyendo la capital).

La delimitación aprobada por el pleno entre Utrera y El Palmar de Troya discurre por los límites del cortijo de Las Pañuelas y la laguna de Zarracatín, que quedarían dentro del nuevo municipio segregado. Por su parte, el cortijo de La Ventosilla y el pantano Torre del Águila seguirían perteneciendo a Utrera, aunque la zona de playa y presa del pantano serían del nuevo municipio independiente. Una de las zonas en discordia, el poblado de La Cañada, donde se asienta la antigua ciudad romana de Siarum, seguiría perteneciendo al término municipal de Utrera.

Del complejo endorréico de Utrera compuesto por tres lagunas, la de Zarracatín, según la delimitación realizada, sería de El Palmar, mientras que las de Arjona y Alcaparrosa seguirían en tierras de Utrera. En total, la superficie que se segregaría de las 6.687 hectáreas que tiene Utrera serían 3.563.

Pese a que la aprobación plenaria ha sido por unanimidad de todos los grupos políticos, en el breve debate que se dio en la sesión, los andalucistas, el grupo más numeroso de la oposición, aprovechó la intervención de su portavoz municipal, Carmela López, para cargar contra los socialistas a los que acusó de «retrasar el proceso por intereses electoral», ya que, según dijo, «los votos de El Palmar de Troya suponen un concejal para el PSOE y eso ustedes lo quieren mantener para las próximas elecciones municipales».

Desde el PSOE, a través del alcalde, José María Villalobos, se rechazaron estas críticas de los andalucistas y se recordó que «en doce años de gobierno del PA, lo poco que hizo en este tema, lo hizo mal y nosotros hemos sido los que hemos culminado en poco tiempo el expediente de segregación».

Por su parte, el alcalde-presidente de la Entidad Local Autónoma ELA de El Palmar de Troya, el socialista Juan Carlos González, que estuvo presente durante el debate plenario, mostró su satisfacción por este «nuevo e importante paso dado para hacer realidad la creación nuestro propio pueblo». En este sentido explicó que con esta aprobación «ya falta menos para completar el expediente».

El presidente de la ELA se mostró confiado en que el «dictamen no vinculante» que ahora tiene que emitir el Consejo Consultivo de Andalucía sea positivo y no como ha sucedido recientemente en casos similares como el de la propuesta de segregación de Tharsis del municipio onubense de Alosno y de La Guijarrosa del municipio de Santaella, en la provincia de Córdoba, que ha sido negativo en ambos casos.

González recuerda que «el dictamen no es vinculante y se trata de un informe más por lo que, si en el caso de El Palmar de Troya fuera también negativo, el Consejo de Gobierno de la Junta de Andalucía podría cambiar la decisión final».

El Palmar de Troya cuenta en la actualidad con una población de unos 2.500 habitantes. Uno de los principales escollos que tiene para la segregación es la falta de cementerio propio, algo que el presidente de la ELA ve «perfectamente asumible», creando uno propio y utilizando el de Utrera mientras se construye.