La afición a las dos ruedas tiene una cita el 24 de marzo en Villanueva del Río y Minas. El Ayuntamiento organiza la ya tradicional Subida Cicloturista a Munigua, una marcha no competitiva, lúdica y recreativa que alcanza su vigésimo cuarta edición. Una jornada donde el deporte es el incentivo para hacer turismo por enclaves naturales de gran belleza y conocer el patrimonio industrial minero y el excepcional yacimiento arqueológico en un día de convivencia.
Esta marcha se compondrá de dos rutas, la Familiar - con un recorrido de 22 kilómetros - y la Larga - de 34 kilómetros -. Cada una tiene un cupo limitado de 150 participantes. La cuota para participar en esta jornada es de 1,80 denarios (12 euros al cambio). Un guiño al pasado romano de la localidad, y que tanto protagonismo tiene en esta ruta. La normativa de la Subida Cicloturista y el procedimiento de inscripción están recogidos en la web municipal. El plazo para inscribirse permanecerá abierto hasta el 15 de marzo.
De ruta por el patrimonio histórico, industrial y natural
Como el objetivo no es la competencia sino disfrutar del deporte y del entorno, en ambas rutas se harán paradas de reagrupamiento y de avituallamiento a lo largo del recorrido. El punto central de las dos será el conjunto arqueológico de Munigua, donde se realizará una visita cultural.
El yacimiento histórico no será el único patrimonio a visitar. El recorrido discurrirá por distintos puntos de la localidad, donde podrán conocerse destacados ejemplos del patrimonio industrial, heredado de la actividad minera y en uso hasta los años 70 del siglo XX; las viviendas de nueva planta y estilo regionalista construidas para directivos e ingenieros de las minas, el edificio del Ayuntamiento, o la iglesia de San Fernando. Además, la ruta permitirá conocer la riqueza medioambiental de la localidad, como el propio río Huéznar, el arroyo Tamohoso y el lago del Mirador.
Al ser una prueba no competitiva, a su finalización se hará una entrega de trofeos de contenido simbólico: a la persona más veterana y a la más pequeña que completen la prueba, a la venida desde más lejos, y a la primera inscripción. También se premiará al club con más participantes de fuera de la localidad y al venido desde más lejos.
Pero el mejor premio sin duda será degustar el exquisito potaje minero, estrella de la gastronomía local, y con el que serán agasajados todos los participantes al finalizar la prueba, fomentando así la convivencia entre aficionados al ciclismo en el entorno privilegiado de la ribera del Huéznar.