Quienes vengan desde Sevilla en dirección a Los Palacios y Villafranca no podrán entrar en el pueblo por el acostumbrado acceso norte, es decir, por el famoso puente de La Viña o de Pedro Diéguez, bajo el que históricamente hubo una venta con esos nombres -a un kilómetro del casco urbano-, sino que serán redirigidos por la nueva señalización excepcional hacia una rotonda que los conducirá a su vez por la variante de circunvalación del municipio para entrar o bien por el acceso centro, es decir, por la entrada hacia el barrio del Pradillo, la que corta perpendicularmente la carretera que llega desde Chapatales, o bien por el acceso sur, es decir, por la carretera que viene de la pedanía de El Trobal y que da entrada al pueblo junto al polideportivo. El motivo es que, a partir de mañana -2 de octubre-, derribarán el puente para construir uno nuevo y colmatarán los trabajos de unión de ese nuevo puente con el que ya están construyendo.
La previsión es que estas obras duren cuatro meses. De modo que, si todo va bien, no se podrá volver a entrar por aquí hasta febrero de 2020, justo un mes después de que se haya abierto la autopista AP-4, pues, como está previsto, el peaje terminará el 31 de diciembre de 2019. Evidentemente, una tercera opción para llegar al municipio desde Dos Hermanas o Sevilla es pagar -solo hasta el 31 de diciembre- los 1,25 euros que cuesta el peaje y que da acceso a Los Palacios y Villafranca desde la confluencia con la carretera de Utrera, frente a la cooperativa Las Nieves.
Para ir a Sevilla, en cambio, todo seguirá igual, según han informado fuentes de la Concejalía de Urbanismo del Ayuntamiento palaciego, que contribuye a la difusión informativa que precisa el Ministerio de Fomento, el responsable de una obra que está costando más de 50 millones de euros y que va a terminar desdoblando 8,5 kilómetros entre Dos Hermanas y Los Palacios y Villafranca. La previsión en estos momentos es que el desdoble se termine completamente el próximo verano.